El cineasta y escritor venezolano exiliado en México, Gustavo Tovar-Arroyo, ha concluido hace sólo unos días el documental Chavismo: la peste del siglo XXI, con el que se ha propuesto “sintetizar 20 años de una tragedia histórica sin precedentes en la historia de América Latina”.
El documental puede ser visto gratuitamente en YouTube.
Además de impactantes imágenes de archivo que muestran el descalabro del llamado socialismo del siglo XXI en Venezuela, la película cuenta con la participación de Carlos Alberto Montaner, Luis Almagro, Diego Arria, J. J. Rendón, Andrés Pastrana, Lilian Tintori, Plinio Apuleyo, Sebastián Piñera, Mario y Alvaro Vargas Llosa, entre muchas otras personalidades de la política y la cultura en Hispanoamérica.
Esta producción independiente busca “desenmascarar una de las mentiras políticas más devastadoras y dañinas de la historia de América Latina. No persigue fines de lucro. Fue patrocinado por la fundación Humano y Libre, y sólo busca crear conciencia sobre el terrible drama que ha sufrido Venezuela en el período regido por el régimen chavista”, ha manifestado su creador.
Los entrevistados se adentran en las claves del castrochavismo, desde la poderosa influencia del régimen cubano en todos los sectores de Venezuela y las estrategias utilizadas para desactivar la separación de los poderes públicos y destruir la sociedad civil, hasta el uso de técnicas populistas, los encarcelamientos y las masacres de venezolanos que han salido a ejercer su libertad.
“El comandante Hugo Chávez se erigió a sí mismo como un caudillo redentor que acabaría con las mafias del pasado y refundaría a Venezuela. Una vez que llegó al poder gradualmente se fue convirtiendo en un déspota que persiguió y encarceló a la oposición política, enconó a la sociedad, expropió empresas y llevó a uno de los países más ricos del mundo a la ruina”, recuerda Tovar-Arroyo.
El largometraje documental, de 90 minutos de duración, fue producido gracias al apoyo de un grupo de colaboradores, no pocos de ellos hoy en el exilio, pues mientras filmaban en Venezuela fueron “perseguidos, encarcelados y torturados por la dictadura”, y a quienes el guionista y director les envió un mensaje público de agradecimiento en su columna semanal en noticierodigital.com.
“Han sido dos años intensos, difíciles, con altos y bajos estrepitosos, huracanes, terremotos, quiebras económicas, recuperaciones, ventas, donaciones, cárceles, torturas, muertes, escapes cinematográficos, desvelos, alegrías, tristezas, bromas, disgustos (…), tantas emociones, tantas ideas, tanta entrega. Y hemos llegado a la orilla…, como en toda gran proeza humana con magulladuras y cicatrices, pero hemos llegado”, escribió Tovar-Arroyo al equipo de profesionales que hizo realidad su sueño cinematográfico.
Tovar-Arroyo ha confesado que cuando comenzó este proyecto “no sabía hacer ni un vídeo para Instagram, han sido horas de estudio, de aprendizaje, de ensayo y error, de quita pon, re-pon, ediciones que son heridas (amputaciones), omisiones que laceran la conciencia, luces que opacan, sombras que iluminan”.
Para este venezolano, de ascendencia mexicana, los dos años que trabajó en el filme han sido “tiempos enaltecedores, sensibles, muy nobles, pero también tristes. Mientras cruzábamos el océano del documental, como saben, además oficiábamos la gesta de la libertad en Venezuela. Junto a muchos auténticos héroes nacionales, fomentaba la lucha por libertad en el país y al final lloraba desconsoladamente el fracaso de 2017, probablemente uno de los años más frustrantes y desconsoladamente amargos de mi vida”.
“Cuando nuestros jóvenes, esas estrellas en el espeso firmamento de nuestro quehacer libertador, eran sofocados a tiros, con cárceles, con tratos inhumanos y crueles, con torturas, ustedes seguían, permanecían animando, apoyando, investigando, editando, creando. Mientras sufríamos el horror de la derrota, su profesionalismo, su fuerza espiritual y su convicción de que estábamos contribuyendo a hacer algo “grande” por nuestro país, los mantuvo de pie, y así permanecemos, y así estamos”, reconoció.
Tovar-Arroyo ha dicho que el documental “no es cine, es activismo”, y que “dependerá del activismo y de la conciencia de cada ser humano de bien”, el poder “mostrarle a la civilización el horror que ha sido el chavismo y su peste”.
Ha preferido dar a conocer Chavismo: la peste del siglo XXI en YouTube de forma inmediata, lejos de los circuitos comerciales y los festivales de cine.
“Muchos de nosotros hubiésemos querido que los reflectores del cine, que las alfombras y la gran pantalla adornara con su presencia nuestro gran esfuerzo, pero como saben y les he dicho esto fue hecho para liberar a una nación de uno de los daños más terribles de su historia y no para entretener, esto fue hecho para crear conciencia y no para distraerla del horror que vive nuestra amada Venezuela, sus niños, sus jóvenes, sus ancianos, su pueblo: esto fue hecho por la libertad”, aseveró.
Para Gustavo Tovar-Arroyo, quien es además el narrador de Chavismo: la peste del siglo XXI, el destino de Venezuela “es la libertad", como recalca en una de las canciones de la película.
"Mientras nuestro aliento sea capaz de empañar una lámina de vidrio tendremos fuerzas suficientes para luchar por la libertad. Y ahora es que sobra el aliento. Vamos a liberar a Venezuela. Lo haremos sin duda”, advirtió el director.