Cuando a nivel de MLB nombres como Yordan Álvarez, Randy Arozarena, Adolis García y Yandy Díaz se roban los reflectores en el mundo del béisbol entre los cubanos, otros en Liga Menor trabajan a diario para llegar al olimpo del béisbol: las Grandes Ligas.
Pero ¿qué tienen en común estos jugadores? Tanto los que juegan al máximo nivel como en las sucursales de sus equipos tuvieron que pasar por el mismo camino: lograr firmar con una organización de la gran carpa.
De eso se trata la historia de Bairon Ledesma y Aldalay Kolokie, dos prospectos cubanos que acaban de estampar su firma en un contrato de Liga Menor con los Rockies de Colorado.
Según el colega Francys Romero, ambos jugadores recibieron una bonificación por su firma de $50.000 dólares. Los dos peloteros tienen 18 años y, luego de este contrato, cumplen su primer objetivo en el largo camino hacia las Grandes Ligas.
Con la firma de estos jugadores, un total de 21 antillanos han logrado conseguir un acuerdo con una franquicia de la Gran Carpa en lo que va del Período de Firmas Internacionales (comenzó en enero 15), eso sin contar al derecho camagüeyano Yosimar Cousin, que pactó con los Chicago White Sox, pero por su edad y experiencia no forma parte de este proceso.
Ambos beisbolistas noveles se ubicaron entre los diez mejores bateadores en el último campeonato que disputaron en Cuba, el Nacional categoría 15-16 años de 2020.
Según los archivos del propio Romero, Ledesma, quien es natural de la provincia de Pinar del Río, se mostró como un hábil campocorto. Al bate promedió para un excelente .419 (86-36). Atesorando ocho extrabases, entre ellos, tres dobles, tres triples y dos jonrones.
Sus condiciones atléticas son muy favorables para jugar bien en el infield, realizando una buena labor tanto como campocorto, su posición natural, como en la antesala o en segunda base.
Por su parte, Kolokie (de padre angolano) se caracteriza por ser un jugador explosivo, destacando en las categorías inferiores de Cienfuegos.
En el Nacional 15-16 años de 2020, fue décimo entre los mejores bateadores con un robusto .415. Además, completó su línea ofensiva con un OBP de .525 y un SLG de.549. Archivó cuatro triples, un cuadrangular y 18 carreras empujadas. En el año anterior (2019) plasmó un average de .388 con seis extrabases y 21 remolques.
Ahora, ambos jugadores serán asignados a la Liga Dominicana de Verano y desde ahí, a la categoría de novatos, tendrán que escalar posiciones dentro de la organización y demostrar que, además de talento, existe la aptitud para ser un Grandes Ligas y en un futuro convertirse en los Yordan Álvarez y Randy Arozarena de hoy.
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