En estos tiempos de conmoción mundial a causa del azote del coronavirus, Europa recibe el apoyo solidario de los EE. UU., quien establece su colaboración con el “Viejo Continente”, “apoyándose en asociaciones de larga data para mejorar la prevención y detección de enfermedades”, según informa ShareAmérica, publicación del Departamento de Estado.
La asistencia, tanto económica como en recursos materiales y humanos, es la principal estrategia del gobierno norteamericano en su compromiso por eliminar la pandemia de COVID-19 en el mundo.
Millones de dólares, computadoras de alta tecnología, medicamentos, instrumental médico y de laboratorio así, como ayuda alimentaria, etc., han partido de puertos y aeropuertos estadounidenses hacia a los cuatro puntos cardinales del planeta en los tres últimos meses.
“Durante estos tiempos difíciles, Estados Unidos trabaja en solidaridad con nuestros socios y aliados para proporcionar ayuda humanitaria a los países que la necesitan y para tomar todas las medidas posibles para combatir la propagación del coronavirus”, dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo, el pasado 11 de abril al anunciar el envío de ayuda a Italia, el país europeo más duramente azotado por la pandemia.
La ayuda a Italia anunciada por el secretario Pompeo está dotada con 50 millones de dólares que serán destinados a reforzar las investigaciones y los esfuerzos médicos para detener el avance del COVID-19, extendiéndose a los números grupos internacionales que trabajan dentro del país y también “para aumentar la producción de suministros médicos de empresas italianas, como parte de la estrategia de EE. UU. salvar vidas y frenar los impactos secundarios del coronavirus en todo el mundo”. (Véanse las actualizaciones periódicas).
El embajador de Estados Unidos en Serbia, Anthony Godfrey, anunció el pasado 10 de abril el arribo a país europeo de “6.000 equipos de pruebas, parte de los 1, 35 millones de dólares de ayuda para los esfuerzos de respuesta de Serbia a COVID-19”.
Las impresoras en tres dimensiones son utilizadas por los funcionarios de las embajadas de Malta y Portugal para la producción de las máscaras faciales que ayudan a proteger la salud de los trabajadores de la medicina.
A través de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) las fuerzas de los Estados Unidos entregan suministros médicos de alta tecnología a países como Italia, Macedonia del Norte, Montenegro, Albania y Bosnia y Herzegovina. “La OTAN, explica ShareAmérica, sigue coordinando el apoyo a la lucha contra COVID-19 compartiendo las solicitudes de ayuda con los recursos entre aliados y socios, también desplegando la capacidad de su Transporte Aéreo Estratégico para garantizar que los suministros médicos lleguen a los más necesitados”.
El plan de acción del gobierno de Estados Unidos para apoyar la respuesta internacional ante COVID-19 está respaldado por más de 170. 000 millones de dólares que se emplean en la salud mundial y la ayuda humanitaria por más de 20 años.
A principios de la década de los 90, EE. UU. Ayudó a Chipre en la creación del Instituto Chipriota de Neurología y Genética, este Instituto es, hoy en día uno de los líderes, realizando las pruebas del coronavirus a más de 14. 000 personas, una de las mayores cifras de pruebas per cápita en el mundo.
La colaboración que durante décadas ha existido entre los Centros de Estados Unidos para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) y funcionarios de Georgia, ha resultado en la reciente preparación de más de 200 trabajadores de la medicina georgianos en la detección y prevención de COVID-19