El Departamento de Estado de los Estados Unidos, representado por su secretario, Michael R. Pompeo, ha emitido un comunicado condenando “enérgicamente las acciones del tribunal de Shenzhen” por haber sometido a juicio y sentenciado a prisión a diez de los “12 de Hong Kong”.
“Hong Kong fue un territorio próspero hasta que el Partido Comunista de China (PCCh) y sus lacayos locales destruyeron su estado de derecho y destruyeron las libertades del pueblo”, acusa el secretario Pompeo.
Los “12 de Hong Kong” fueron detenidos el 23 de agosto mientras intentaban llegar por mar a Taiwán, a 700 kilómetros de Hong Kong, para evitar ser procesados por participar en las multitudinarias manifestaciones ocurridas en la excolonia inglesa.
El grupo de “12 de Hong Kong” ganó popularidad en todo el mundo por dos razones, la primera, la inédita temeridad de su intento de fuga por vía marítima y, la segunda, por contar entre sus miembros a dos menores de edad.
En el comunicado, Pompeo asegura que “La persecución de los 12 de Hong Kong […] pone de manifiesto la brutalidad de China, su flagrante desprecio por los derechos del pueblo de Hong Kong”.
“Un régimen que evita que su propia gente se vaya no puede reclamar grandeza o liderazgo global. Es simplemente una dictadura frágil, temerosa de su propio pueblo”, concluye Pompeo.
Amnistía Internacional ha denunciado que “Esas sentencias logradas en un juicio injusto, ponen en evidencia los peligros que enfrenta cualquiera que se encuentre sometido al sistema criminal de China. Este grupo de jóvenes enfrentará el riesgo de ser torturados y de recibir otros malos tratos en las cárceles de China".
Diez de los 12 deberán cumplir condenas de 7 meses a 3 años de cárcel. Otros dos, menores de edad cuando fueron detenidos, fueron trasladados a Hong Kong.