Estados Unidos reiteró su denuncia contra las tácticas de desinformación utilizadas por el régimen cubano para desinformar a sus ciudadanos sobre la invasión rusa a Ucrania.
"Denunciamos la repetición, por parte del régimen, de la falsa narrativa de Rusia sobre su guerra contra Ucrania", dijo este sábado la Embajada estadounidense en La Habana en su cuenta oficial de Twitter.
La sede diplomática condenó, ademas, el uso de "cuentas y sitios web falsos" por parte de Rusia para "difundir mentiras y sembrar la discordia" en medio de su campaña bélica contra el país eslavo.
Estados Unidos ha estado llamando la atención sobre el doble rasero de Cuba al enarbolar un discurso de libertad de expresión en internet y redes sociales, al tiempo que criminaliza y censura a la prensa independiente en la isla. En un tuit, el 12 de marzo pasado, subrayó el despliegue de "ejércitos de bots" por parte del régimen con este fin.
Días antes, la sede diplomática estadounidense denunció que los medios de comunicación estatales de Rusia difunden intencionadamente falsedades sobre su invasión a Ucrania, información que repiten los medios oficiales de Cuba con el objetivo de engañar, "deliberadamente, al pueblo".
Basándose en fuentes informativas a Russia Today, Sputnik, RIA Novosti, e ITAR-TASS, los medios propagandísticos del Kremlin, los medios estatales de la isla utilizan en sus reportes términos como "terrorismo informativo" y "campaña propagandística antirrusa" para denunciar el supuesto ataque de la prensa occidental a Rusia, al tiempo que prefieren ignorar la existencia de una "guerra" o de una "invasión rusa a Ucrania" para repetir el término aceptado por Vladimir Putin: “operación militar especial”.
Una nueva ley de medios, impulsada por el presidente ruso, castiga con hasta 15 años de prisión a quiénes violen estas orientaciones sobre cómo reportar sobre la invasión a Ucrania.
Una empleada de la televisión estatal rusa que interrumpió un noticiero en vivo la semana pasada para protestar contra la guerra en el país eslavo fue detenida, interrogada durante horas, y recibió luego la orden de una corte de pagar una multa. Marina Ovsyannikova, empleada de la emisora estatal Canal Uno, entró al estudio durante el noticiero vespertino del lunes portando un cartel con las leyendas en inglés “no a la guerra” y “rusos contra la guerra”.