Una información de la prensa oficial cubana precisa que "el grupo de turismo estatal Gaviota" proyecta para 2020 ampliar a 50.000 las habitaciones que opera en todo el país, un plan en el que priorizará La Habana con la inauguración de tres nuevos hoteles en los próximos tres años.
El proyecto incluye la apertura el año próximo de un hotel cinco estrellas en el antiguo edificio de la Manzana de Gómez; la reapertura del Packard, frente a la explanada de La Punta; y la inauguración de otro hotel en 2018 en Prado y Malecón.
La nota señala que "la apertura de las tres instalaciones buscará ampliar al centro histórico la oferta de Gaviota en la capital, que en la actualidad incluye a los hoteles Quinta Avenida, Memories Miramar Havana y H10 Panorama, todos en el barrio de Miramar".
Hasta ahora Gaviota, que no es exactamente "un grupo de turismo estatal", sino una de las ramas del poderoso Grupo de Administración Empresarial S.A., GAESA, un holding militar dirigido por un yerno de Raúl Castro, se había concentrado en el control de las mejores playas de la isla en lugares como Varadero, los cayos al norte de las provincias de Villa Clara, Ciego de Ávila y Camagüey, y Holguín.
Sus planes de expansión en esas áreas continúan: Para 2016 se deben terminar en Varadero 1.613 nuevas habitaciones; entre 2015 y 2017, 2.736 en los cayos de Villa Clara y 3.812 en Jardines del Rey.
Mientras tanto, otra dependencia de GAESA, el grupo Cubanacán, se ha enfocado en atracciones turísticas no playeras de Cuba, como el Valle de Viñales, la villa de Trinidad, la Ciénaga de Zapata y el polo turístico de La Habana.
La expansión de Gaviota hacia el casco histórico de La Habana parece motivada por un nuevo filón surgido al calor del deshielo con Estados Unidos. El relajamiento del embargo implementado por la Administración Obama ha conducido sólo en materia de viajes a un aumento de las visitas de estadounidenses (casi 90.000 en siete meses y se espera que a final de año sean 145.000)
Si bien suelen recorrer circuitos muy parecidos a los de los turistas (tabaquerías, artesanías, escuelas de rumba) y no tienen ya límites de gastos en la isla, los estadounidenses están obligados a viajar bajo una de 12 categorías autorizadas que no incluyen el turismo de sol y playa. Y la mayoría de los programas para estos viajeros autorizados se concentran en La Habana.
A falta de suficientes habitaciones, el general Castro, que entregó el sector a los militares en los años 90, está recurriendo por ahora a las llamadas casas particulares y el eficiente sitio de reservas estadounidense Airbnb, para atender el pico en la demanda, pero eso, claro, implica compartir la tajada con el sector privado.
Hoteles, balnearios, casas de cambio… etc.
En audiencias del Congreso e intercambios con la prensa, funcionarios de la Administración del presidente Obama han indicado que son conscientes de que aunque las medidas dictadas después del 17-D buscan empoderar a largo plazo al pueblo cubano, beneficiarán también en alguna medida al Gobierno. Los beneficios para el pueblo de la isla pesarán más a la larga, dicen.
Pero para un grupo de legisladores en las dos cámaras "también" y "en alguna medida" son apenas eufemismos.
De ahí que GAESA, su director el general Luis Alberto Rodríguez López-Callejas y su subsidiaria Gaviota sean mencionadas por su nombre en el proyecto de Ley de Transparencia sobre los Militares Cubanos presentado en el Senado por el cubanoamericano Marco Rubio y secundado por seis colegas, entre ellos los también cubanoamericanos Ted Cruz y Bob Menendez.
El texto señala que "el Grupo Gaesa bajo control militar opera la industria cubana del turismo, incluidos hoteles, balnearios, casas de cambio, renta de autos, centros nocturnos, tiendas minoristas (TRD) y restaurantes".
El borrador prohíbe transacciones financieras con los Ministerios de las Fuerzas Armadas y el Interior de Cuba, sus miembros o cualquier entidad relacionada que sea operada o controlada en más de 25% por las anteriores. También reclama del presidente de Estados Unidos reportes periódicos al Congreso sobre el papel de los militares en la economía cubana.
La Cámara de Representantes, por su parte, aprobó una enmienda al presupuesto 2016 para los Departamentos de Comercio y Justicia, la Oficina de Ciencias y otras Agencias Relacionadas que prohíbe el uso de fondos públicos estadounidenses a fin de facilitar, permitir, licenciar o promover exportaciones a la clase militar cubana, incluidos los familiares inmediatos. La cláusula fue aprobada en el pleno de la cámara baja con una votación de 242-183.
Pisándole los talones a Disney
Una de las fuentes para la redacción del proyecto de los senadores fue el escalafón anual de las 300 mayores compañías hoteleras del mundo confeccionado por la revista Hotels. En 2014 Gaviota aparecía en el lugar 55 con 23.583 habitaciones. En toda América Latina el grupo más cercano era Posadas, de México, en el puesto 63 con 20.666.
Pero si las habitaciones de Gaviota se combinaran con las de Cubanacán (en el lugar 84 con 15.800), GAESA figuraría como la compañía número 34 del mundo con 39.383 habitaciones, justo debajo de The Walt Disney Company (39.751) y por encima de nombres establecidos de la industria como Caesars, de Las Vegas, y las mallorquinas Barceló e Iberostar.
Y el pulpo sigue extendiendo sus tentáculos. Talvez Airbnb haría bien en no tomar reservaciones en las casas particulares cubanas a muy largo plazo.