El Departamento de Justicia de EEUU anunció este viernes la incautación exitosa de más de un millón de barriles de gasolina iraní destinados al régimen izquierdista de Nicolás Maduro en Venezuela.
Morgan Ortagus, portavoz del Departamento de Estado, declaró que las ganancias de estos envíos supuestamente habrían beneficiado al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, IRGC, una organización terrorista extranjera.
Ortagus dijo que nuestra diplomacia, dirigida por el Representante Especial para Irán, Brian Hook, pudo detener estos envíos y ayudar a los Departamentos de Justicia y Seguridad Nacional a ejecutar una orden de incautación del cargamento de gasolina, emitida el 2 de julio de 2020.
La funcionaria agregó que “vemos que cada vez más flotas navieras mundiales evitan el comercio entre Irán y Venezuela debido a la implementación de nuestras sanciones y los esfuerzos de cumplimiento.
Estados Unidos sigue comprometido con nuestras campañas de máxima presión contra los regímenes de Irán y de Maduro”, concluyó.
La orden de embargo fue emitida por el juez del Tribunal para el Distrito de
Columbia Jeb Boasberg, en respuesta a una denuncia presentada el
pasado 2 de julio por Estados Unidos para decomisar todos los productos
derivados del petróleo transportados por los buques.
En total, se trata de “1.116 millones de barriles de petróleo” que, con la ayuda de socios extranjeros que no fueron identificados de inmediato, están bajo custodia estadounidense. El petróleo era transportado en cuatro buques, llamados Luna, Pandi, Bering y Bella.
Consultado al respecto, el presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó que los cuatro petroleros, tras ser interceptados, se dirigen al puerto de Houston en el estado de Texas. “Se supone que no deberían estar haciendo eso, Irán no debería estar haciendo eso”, afirmó el gobernante durante su conferencia de prensa diaria sobre coronavirus.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, se refirió en un comunicado a la operación e indicó que cada vez más flotas de transporte marítimo mundial evitan el comercio con Irán y Venezuela debido a los esfuerzos de Washington de aplicar y cumplir las sanciones. “Estados Unidos sigue comprometido con nuestras campañas de máxima presión” contra Irán y Venezuela, añadió el jefe de la diplomacia de la Casa Blanca.
Sanciones a Irán
En octubre de 2017, Estados Unidos sancionó al IRGC por su apoyo al terrorismo. La decisión se adoptó, en concreto, por "dar apoyo a la Fuerza Al Quds, la principal entidad iraní que facilita la campaña incesante del presidente (sirio Bachar al) Asad de violencia brutal contra su propio pueblo, así como las actividades letales de Hizbulá y Hamás, y otros grupos terroristas".
El valor de la carga incautada puede dirigirse “total o parcialmente” al Fondo para las víctimas del terrorismo, detalló la información, que iba acompañada de fotografías de los buques cisterna.
Este jueves, el diario The Wall Street Journal había informado que las autoridades estadounidenses habían confiscado cuatro buques iraníes en alta mar que se dirigían a Venezuela cargados con gasolina por violar las sanciones impuestas por Washington.
El Bering y el Bella navegaban por aguas de Cabo Verde cuando el
Gobierno de Donald Trump interpuso la demanda para su incautación en
julio pasado, mientras que la última señal conocida del Pandi y el Luna fue en Omán.
Esa demanda alega que el envío de los buques fue organizado por un empresario iraní con vínculos con la Guardia Revolucionaria, considerada por Washington como una organización terrorista, a través de una red de compañías pantalla para eludir la detección de las autoridades estadounidenses.
Pero el embajador iraní en Caracas, Hojat Soltani, señaló este mismo jueves que los cuatro buques cargados de gasolina que navegaban a Venezuela y que Estados Unidos incautó por violar las sanciones impuestas al país suramericano "no tienen nada que ver con Irán".
El decomiso de los buques representa un paso más de presión del Ejecutivo de Trump a Teherán y Caracas, contra cuyos Gobiernos ha impuesto numerosas sanciones económicas. Venezuela atraviesa una situación de escasez de gasolina, por lo que en los últimos meses ha recibido millones de litros que provienen de Irán, uno de sus principales aliados en el mundo.
Los primero cinco buques iraníes cargados con 245 millones de litros de gasolina llegaron a Venezuela a finales de mayo sin sobresaltos.