El gobierno federal de Estados Unidos reabrió oficialmente sus puertas con la firma, en la noche del miércoles, del presidente Donald Trump a la ley aprobada por el Congreso que pone fin al cierre gubernamental más prolongado en la historia del país.
"Durante los últimos 43 días, los demócratas en el Congreso paralizaron el gobierno de los Estados Unidos en un intento de extorsionar a los contribuyentes estadounidenses con cientos de miles de millones de dólares para inmigrantes ilegales... Hoy, enviamos un mensaje claro: nunca cederemos ante la extorsión", dijo el presidente Trump tras firmar la medida.
El acuerdo, aprobado por el Senado el lunes y ratificado por la Cámara de Representantes el miércoles, con 222 votos a favor y 209 en contra, garantiza la financiación del gobierno hasta el 30 de enero de 2026.
La medida incluye fondos para programas clave como asistencia alimentaria, beneficios para veteranos y refuerzo de la seguridad fronteriza, pero deja fuera la extensión de subsidios sanitarios, lo que generó críticas entre el ala progresista demócrata.
Mientras tanto, los mercados reaccionaron positivamente: las bolsas mundiales registraron alzas tras conocerse la noticia, reflejando el alivio global ante el fin de la parálisis administrativa en la mayor economía del mundo.
Durante el cierre, se suspendieron servicios esenciales como el pago de beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), afectando a más de 42 millones de personas, y se retrasaron operaciones en más de 40 aeropuertos debido a la falta de controladores aéreos, lo que provocó demoras y cancelaciones masivas.
El presidente Trump dijo que el país nunca ha estado en mejor forma. "Pasamos por este desastre a corto plazo con los demócratas porque ellos pensaron que sería beneficioso políticamente, y ahora es un honor firmar este increíble proyecto de ley y lograr que nuestro país vuelva a funcionar", afirmó.
También tuvo un impacto económico: la Oficina de Presupuesto del Congreso estima que el PIB podría haberse reducido en 1.5 puntos porcentuales, afectando a contratistas y pequeños negocios que dependen de contratos federales.
Aunque la firma presidencial marca el inicio de la reapertura, expertos advierten que el regreso a la normalidad será gradual. La reincorporación de empleados, la actualización de sistemas y el pago retroactivo de salarios podrían demorar días o semanas en completarse.
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