Veintidós años después de que aviones secuestrados se estrellaran contra el World Trade Center de la ciudad de Nueva York y el Pentágono en las afueras de Washington, y que un cuarto avión cayera en un campo en Pensilvania, los estadounidenses se reunieron el lunes para honrar a las casi 3 mil vidas perdidas el 11 de septiembre de 2001.
La vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, asistió a los servicios en el Museo y Memorial del 9/11 en la Zona Cero en el bajo Manhattan donde los familiares leyeron en voz alta los nombres de 2.977 víctimas.
En el Pentágono, una bandera estadounidense fue desplegada a un lado de edificio.
"Sé que duele recordar este hito año tras año. Y sé que nada puede arreglarlo. Y a medida que pasan los años, puede parecer que el mundo avanza o incluso olvida lo que ocurrió aquí el 11 de septiembre de 2001. El 11 de septiembre nos recuerda que el espíritu estadounidense todavía brilla en tiempos de prueba”, declaró el secretario de defensa, Lloyd Austin en una ceremonia.
El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo en un comunicado que la memoria de quienes perecieron el 11 de septiembre nos recuerda por qué se debe seguir luchando contra quienes cometen actos de terrorismo, y que Estados Unidos seguirá defendiendo su patria, su pueblo y a sus aliados.
En Shanksville, Pensilvania, familiares y amigos recordaron a los muertos en el vuelo 93 que cayó en esa zona.
Los pasajeros del vuelo 93 de United Airlines superaron a los secuestradores y el avión se estrelló en un campo agrícola, evitando que otro objetivo fuera alcanzado.
"Hoy hace 22 años, cuando Estados Unidos fue atacado, surgieron héroes en Nueva York, en el Pentágono y a bordo del vuelo 93. Los 40 pasajeros y miembros de la tripulación del vuelo 93 impidieron colectivamente que su avión secuestrado alcanzara su objetivo previsto. El ejemplo del vuelo 93 para el mundo en este día de conmemoración tan importante es una historia que estamos transmitiendo a nuestro futuro estadounidense", dijo el superintendente del Memorial Nacional del vuelo 93, Stephen M. Clark, en la ceremonia de recordación.
Osama bin Laden y Al Qaeda se atribuyeron la responsabilidad de los ataques suicidas y a ello siguió una guerra liderada por Estados Unidos en Afganistán.
El presidente Joe Biden no participó en ninguna de las celebraciones en los sitios conmemorativos de los ataques del 11 de septiembre. En cambio, Biden hará escala en Alaska en la tarde del lunes para conmemorar la fecha en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson en Anchorage, en su camino de regreso a Washington después de un viaje a Asia.
No será la primera vez que un presidente no asista a las celebraciones anuales en cualquiera de los tres sitios.
En 2015, el presidente Barack Obama participó en un momento de silencio en el césped de la Casa Blanca antes de dirigirse a Fort Meade, en Maryland, para reconocer el trabajo de los militares protegiendo al país. En 2005, el presidente George W. Bush también conmemoró el aniversario en la Casa Blanca.
(Con información de Reuters y Associated Press)
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