Historias contadas por 10 cubanos que marcharon al exilio y lograron reconstruir sus vidas en Estados Unidos. Eso es "El último que apague El Morro", libro testimonial con sugerente título del periodista y escritor cubano, Pablo Socorro.
“Todos tenemos una historia en el exilio que es válida de contar, cómo llegamos aquí y los trabajos que pasamos al principio y cómo hemos podido salir adelante en este país de oportunidades”, dijo a Radio Television Martí el autor, hoy jubilado luego de 23 años como reportero de la Agencia Francesa de Prensa, AFP.
La idea partió de una conversación con un amigo en Los Angeles donde residía.
“Pedro que estuvo en la UMAP, fue perseguido, intentó salir de Cuba dos o tres veces clandestino, lo acusaron de atentado a Fidel Castro y cuando Fidel dijo aquella frase, Que se vayan, no los necesitamos, al otro día estaba en inmigración pidiendo sus papeles para irse”, recordó Socorro; y a partir de ahí se lanzó al rescate de 10 historias de exiliados cubanos.
“También hablé con Jordan, que atravesó Centroamérica hasta llegar a EEUU y con Maritza, una exsecretaria de la Agencia de Información Nacional, en Cuba, que se quedó en un viaje y cruzó la frontera escondida en el baúl de un carro y los coyotes la llevaron a un burdel para que su familia pagara un rescate”, explicó.
Destaca la historia de Emiliano Diez, artista cubano que llegó a EEUU por Mariel y que ha triunfado en Holywood.
“Muchacho rebelde, sobrino de un mártir de la Revolución en Bejucal pero descontento con aquello”, comentó Socorro, que cuenta en su haber 7 libros, todos sobre la temática cubana, escritos de manera amena y con un toque de humor.
“Yo pienso que el humor es un arma muy poderosa contra aquella gente que son tan amargadas”, y apeló a esta cita de un autor español:
“El día que los cubanos se despierten, lean el Granma y suelten una gran carcajada nacional se acaba la Revolución”.
El autor juega en el título con una frase que se origina en la década de 1960 en Uruguay cuando ante la crisis económica y social se produjo en el país una sangría migratoria hacia Argentina.
Fue en ese entorno que cerca del aeropuerto de Carrasco de Montevideo apareció el grafiti, El último que apague la luz.
En el libro, los testimonios se intercalan con los deseos de llegar al destino común y Socorro hace que la acción vaya sucediendo a la par que se cuenta sin importar el tiempo narrativo.
Otra historia es la de los pintores, Félix y José, pareja homosexual que fue expulsada de San Alejandro y dos meses antes del éxodo Mariel compró un bote y estuvieron los dos a punto de morir en el mar.
De la Editorial Lunetra, el libro figuró entre las obras presentadas en Miami el sábado último en la Tertulia Tinta Verde, un espacio que ya trasciende el ámbito cultural del sur de Florida.
El título cierra con una cronología de los principales éxodos cubanos desde 1959 hasta 2019, año que terminó su edición.
Socorro acumula como periodista más de 20 años en medios estatales en Cuba. En 1996 abandonó una delegación oficial en Colorado Springs, Estados Unidos y recibió asilo político. Hoy, tras 23 años como reportero de la Agencia Francesa de Prensa radicado en Los Angeles, vive jubilado en una tranquila y acomodada localidad al norte de Tampa.
En este libro dirige su dedicatoria a los cubanos desaparecidos en tránsito a Estados Unidos, por mar, aire o tierra en un éxodo que sigue a cuenta gotas pero indetenible. De ahí que en algún momento alguien que será el último, tendrá que apagar el Morro.
“Si para esa fecha Cuba tiene electricidad porque la situación en Cuba va de mal en peor”, concluyó.
Socorro prepara su próximo libro, Vivir sin mirar atrás, sus experiencias como integrante del equipo de periodistas de Fidel Castro, los momentos que compartió en una cancha de baloncesto con el Comandante y las instrucciones que recibió del Comité Central para brindar cobertura informativa al juicio de Arnaldo Ochoa, entre otras vivencias.