A tres años de las protestas del 11 de julio de 2021 en Cuba el defensor de derechos humanos y analista político, Omar López Montenegro, considera que uno de los mayores logros de ese día fue mostrarle al mundo que el pueblo cubano era capaz de manifestarse.
"Rompieron la mitología de un régimen popular con total apoyo de las masas y de que los cubanos no tenían la capacidad de protestar", dijo López Montenegro a la revista informativa Martí Noticias AM.
El analista considera que "el costo político" para el gobierno de la isla "ha sido muy alto”.
Tras el 11 de julio, que surgió como una respuesta del pueblo a la fuerte crisis económica y política en el país, los cubanos han salido a las calles en múltiples ocasiones a protestar por razones similares.
"Por eso el régimen incrementa la represión y se comporta como ‘un perro que le ladra a la oscuridad’ para tratar de ahuyentar una amenaza que no sabe cuál es", dijo el opositor.
“El costo para la sociedad civil cubana después de esos levantamientos populares ha sido el de siempre: más represión, algo que no ha logrado eliminar este fenómeno dentro de Cuba, por lo que el concepto de protesta llegó para quedarse”, continuó el autor de Lucha Estratégica NO Violenta, 100 Consejos Prácticos.
Durante la entrevista, el experto insistió en que “uno de los puntos sensibles es la situación de los prisioneros políticos a raíz de las protestas populares, donde a pesar de la petición de amnistía por varios organismos internacionales, el régimen no da atisbos de implementarla”.
Al menos 669 personas continúan en las cárceles cubanas cumpliendo injustas condenas por manifestarse el 11 y 12 de julio en Cuba, de acuerdo a datos del grupo Justicia 11J, organización independiente que monitorea los presos políticos en la isla.
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