En una carta fechada el 15 de enero, el representante James McGovern, presidente del Comité de Reglas y miembro de alto rango del Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes, instaba al entonces presidente electo Joe Biden a cambiar la política de Estados Unidos hacia Cuba después de cuatro años de deterioro en las relaciones bajo Donald Trump.
“El deterioro de las relaciones durante los últimos cuatro años requerirá una restauración de confianza en ambos lados…En mis décadas de compromiso con Cuba, sin embargo, siempre he sostenido que relaciones normales entre Cuba y Estados Unidos es lo correcto para el pueblo estadounidense, así como el pueblo cubano”, dice el congresista en la misiva.
En la carta, McGovern insta al presidente Biden a “actuar de forma temprana, rápida e integral” para revertir todas las políticas, restricciones y sanciones impuestas por Trump y que se restaure una embajada y servicios consulares en la isla dirigidos por un embajador experimentado y altamente calificado.
McGovern también pide al nuevo presidente que separe las relaciones entre Estados Unidos y Cuba de la política de Estados Unidos hacia Venezuela y la política en el estado de la Florida y urge a que se abran los viajes, intercambios y comercio entre el pueblo estadounidense y el cubano.
El congresista pide poner fin de inmediato a la aplicación de cualquier sanción contra alimentos, medicamentos y otra asistencia humanitaria a Cuba. Y por último alienta a renovar los grupos de trabajo colaborativos y los diálogos, incluyendo derechos humanos y reformas económicas y financieras.
Recientemente, en otros proyectos de ley sobre Cuba nueve congresistas encabezados por la representante María Elvira Salazar, republicana por la Florida, presentaron en el Congreso un anteproyecto que condiciona la remoción de Cuba de la lista de países que promueven y financian el terrorismo a que el régimen cumpla ciertas demandas.
La denominada Ley FUERZA tuvo el respaldo de los legisladores de origen cubano Mario Díaz-Balart, Carlos Giménez y Nicole Malliotakis y Alex Mooney así como de los congresistas Stephanie Bice, Neal Dunn, Kat Cammack y Michael Waltz.
La propuesta exige a La Habana: Liberar a todos sus presos políticos y permitir que las organizaciones internacionales de derechos humanos competentes investiguen las cárceles cubanas; una transición del régimen de Castro a un sistema que garantice los derechos del pueblo cubano a expresarse libremente y un compromiso a realizar elecciones libres y justas.
El Departamento de Estado recientemente volvió a incluir a Cuba en su lista de países patrocinadores del terrorismo por brindar apoyo a actos de terrorismo internacional al ofrecer un refugio seguro a terroristas.
Mientras tanto, Cuba tiene esperanza de que el presidente Biden, revierta rápidamente las sanciones impuestas por Donald Trump y reanude una política de acercamiento, según dijo a la agencia Reuters Carlos Fernández de Cossío, principal diplomático de Cuba a cargo de las relaciones con Estados Unidos.
"Lo que no hay duda es que se puede revertir todo en el corto plazo si esa fuera la voluntad del Gobierno", dijo el diplomático cubano.
Fernández de Cossío mencionó que las palabras de Biden durante la campaña presidencial insinúan que el nuevo presidente quiere reiniciar las relaciones donde las dejaron él y Obama.