La gran mayoría de los deportistas profesionales que aceptan peleas por títulos mundiales, desafíos y grandes retos en un lapso corto (mas aún con una semana de preparación) terminan con derrotas.
Ese fue el caso del aguerrido cubano estadounidense Jorge Masvidal, quien este sábado por la noche se enfrentó a uno de los mejores luchadores libra por libra de Artes Marciales Mixtas, el nigeriano residente en el estado de la Florida, Kamaru Usman.
Con la excepción del primer round, Usman dominó la pelea para llevarse la decisión unánime de los jueves ante Masvidal, y de esa forma retuvo la faja mundial welter de la UFC 251, durante un pleito realizado en la isla Yas, en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos.
Indudablemente que el corajudo cubano estadounidense se enfrentó con una pared. Sin justificación, Masvidal aceptó el combate con una semana de antelación, después que el rival de Usman fuera dado positivo al coronavirus.
El cubano contó con el apoyo de la comunidad cubana, desde el senador Marco Rubio al boxeador Yordenis Ugás, quien estuvo presente en la pelea.
Pese a que Masvidal aceptó el reto de forma rápida, el muchacho estaba preparado físicamente, pero quizás no psicológicamente. A veces sólo con física no se ganan peleas, se necesita tener un complemento en el cerebro de muchas situaciones técnico-tácticas, conjugar todos los elementos en la cabeza para estar claro del enemigo que tienes enfrente en el octágono.
Para una pelea de esa envergadura, hay que tener todos los sentidos en su orden. La decisión personal de aceptar el reto fue del propio Masvidal. Cumplió valientemente su reto, pero aún queda pendiente su sueño.
"Perdón que no pude traerlo a casa esta vez", dijo Masvidal en Twitter. "Pero la próxima vez, será la resurrección".
El éxito de Usman fue abrumador en el conteo de los señores jueces. Las estadísticas hablan de por sí solas. Masvidal tuvo a su favor 88 golpes conectados de 157 lanzados , equivalente al 56%, en tanto el peleador del continente africano dominó a sus anchas con 263 golpes conectados de 341, para el 77%.
Más claro ni el agua. Victoria grande de Usman y un reto aceptado en una semana antes de la pelea por parte de un Masvidal que derrocha agresividad por arrobas, pero que no fueron suficientes para pelear ante el indetenible Usman (17-1).
Que queda ahora para Masvidal (35-14) un descanso inmediato. Seguidamente reflexionar sobre el futuro de su carrera, (consultar con sus entrenadores y familiares) y después tratar de buscar una o dos peleas de transición, y tal vez enfrentar al irlandés Connor McGregor.
Talento y deseos tiene para ello. Hay que admirar el difícil reto del cubano americano que tuvo ahora en Abu Dhabi, durante un cartel transmitido a través de la televisión a nivel global.
No todo está perdido para Masvidal. Adelante que ese talento, esos deseos de ser campeón mundial en la MMA algún día se te darán. De eso no tenemos dudas, campeón de los retos.