Cinco de los mejores estudiantes de la Escuela Nacional de Ballet de Cuba han pasado las últimas cuatro semanas en un curso intensivo de verano en la Escuela de Ballet Cubano de Sarasota. La iniciativa, amparada por el programa de intercambio cultural, viene de la mano de los fundadores de la escuela, los ex bailarines cubanos, Ariel Serrano y Wilmian Hernández.
Para su primera vez en los Estados Unidos, estos jóvenes no tienen más que palabras de satisfacción. Daniela Pérez, Laura Tosar, Diana Martínez, Rafael Quenedit y Francois Llorente han compartido con jóvenes bailarines de diversos países del mundo.
En medio del fuerte entrenamiento también ha habido tiempo para cake y globos. Daniela Gómez Pérez llegó justo el día de su cumpleaños. En la escuela la esperaban con una fiesta sorpresa. Los globos flotantes con un Happy Birthday en colores han sido sus favoritos. “Es la primera vez que veo esos globos,”explica.
Ni profesores ni estudiantes recibirán remuneración alguna. No obstante, la institución anfitriona ha corrido con todos los gastos de su estancia, e incluso planean una visita a los parques de Disney en Orlando este fin de semana.
"Nos va a llevar a Disney (World). Eso nos han dicho, pero es una sorpresa,” dice la chica de carcajada fácil. De hecho, este paseo de fin de curso es la ilusión de todo el grupo.
Todos han viajado antes al extrajero para competir o como parte de programas de intercambio estudiantil. Colombia, Canadá y Sudáfrica son algunos de los países visitados. Pero este es su primer viaje a Estados Unidos.
En esta occasion en particular han apreciado la importancia de aprender inglés y algunos se descubren intercambiando frases cortas con colegas norteamericanos.
Rafael Quenedit, quien desciende de una talentosa familia de bailarines, reconoce que el idioma ha sido que un obstáculo en algunos casos, pero afortunadamente muchos en el curso hablan español. En cualquier caso, las señas son muy socorridas.
Otra de las chicas, Diana Martínez, comenta que esta experiencia les permite explorar sus opciones futuras. Todos quienes formar parte del Ballet Nacional de Cuba, pero si no, pueden unirse a otras compañías del mundo.
La directora de la Escuela Nacional de Ballet de Cuba, Ramona de Sáa, y la profesora Ana Julia Bermúdez han acompañado a los chicos en esta experiencia.
De Sáa celebró el encuentro con antiguos alumnos, como Ariel Serrano y Roberto Machado, otro de los profesores invitados, exbailarín cubano coordinador del área de danza clásica de la Escuela Superior de Música y danza de Monterey, México.
Interrogada sobre la reciente deserción de 8 bailarines del Ballet Nacional de Cuba durante una gira por Puerto Rico en junio pasado, de Sáa comentó: “Esto no es un fenómeno solo de Cuba. La emigración de bailarines es algo que nace, porque ellos quieren conocer otros tipos de compañía, cómo se trabaja. A pesar de ello, “la cantera del Ballet Nacional de Cuba está garantizada”.
En referencia a la carta protesta de los bailarines del Ballet Nacional de Cuba por los bajos salarios y las difíciles condiciones de vida durante sus giras internacionales, De Sáa se limitó a responder que “el gobierno está valorando el aumento de salarios. Estamos una etapa de estudios sobre los salarios, no solamente en el ámbito danzario, sino en el país.
A solo horas de la gala que cerrará estas cuatro semanas de curso intensivo de verano, se alistan los últimos detalles. Tras un ensayo con vestuario se retiran a descansar. El programa, a presentarse en la Opera House de Sarasota, incluirá fragmentos de El Quijote, Diana y Acteón, El Cisne Negro y La Bella Durmiente.