En su tradicional Mensaje Navideño, la Iglesia Católica cubana pidió pluralidad, diálogo y negociación entre los que tienen valoraciones diferentes de la realidad cubana.
La solicitud de los obispos de Cuba, publicada este sábado, viene en el contexto de intensas campañas difamatorias del régimen contra sus críticos luego de que centenares de artistas, intelectuales y activistas se congregaran el 27 de noviembre a las puertas del Ministerio de Cultura demandando libertad de expresión y creación.
La manifestación ocurrió tras el allanamiento policial de la sede del Movimiento San Isidro donde 14 jóvenes protagonizaban una protesta por el encarcelamiento del rapero Denis Solís, condenado a ocho meses de prisión bajo un supuesto delito de desacato.
"Una buena noticia para los cubanos sería que la intolerancia dé paso a una sana pluralidad, al diálogo y a la negociación entre los que tienen opiniones y criterios distintos", dice la comunicación.
Otra "buena noticia para los cubanos sería que se evite la violencia, la confrontación, el insulto y la descalificación”, agrega.
Asimismo, los mitrados instan a que cesen “los bloqueos externos e internos”, que se liberen las fuerzas productivas y que la reforma monetaria, que se iniciará el 1 de enero, "lejos de aumentar las preocupaciones de muchos, ayude a que cada cual pueda sostener a su familia con un trabajo digno, con el salario suficiente y con la siempre necesaria justicia social".
También reclaman los prelados en su declaración navideña, “que los cubanos no tengamos que buscar fuera del país lo que debemos encontrar dentro; que no tengamos que esperar a que nos den desde arriba lo que debemos y podemos construir nosotros mismos desde abajo”.
Los once obispos y el cardenal Juan de la Caridad García Rodríguez, que firman el texto, lamentan ver al pueblo, del cual forman parte, “cansado y agobiado" por "las carencias materiales, el cansancio espiritual, la insuficiente economía personal, familiar y nacional que afectan duramente la vida presente y ensombrecen el futuro”.
La Conferencia Episcopal de Cuba reafirma su cercanía con "los más desfavorecidos: los pensionados, los desempleados, las madres solteras, los enfermos, los presos y los ancianos que viven solos y en situación de necesidad".