“Acabo de saber por su padre, que el preso político Virgilio Mantilla Arango dio positivo al COVID-19 y se encuentra en la Sala I del Hospital Provincial de Camagüey Amalia Simoni, una sala de penados”, informó desde el municipio camagüeyano Sibanicú, el activista Jordan Marrero Huerta.
“El 18 de febrero fue enviado desde la prisión de Cerámica Roja, donde estaba recluido, para la de Kilo 8. Dos días después, el 20 de febrero, explotan los primeros casos de reclusos confirmados positivos con COVID-19; Virgilio se encuentra en ese momento en el destacamento 4 cubículo 6", dijo Marrero.
El 22 es trasladado para el cubículo 8. Luego discute con un guardia porque había un penado con fiebre alta, vómitos y dolor de cabeza. Inmediatamente sacaron al enfermo quien, posteriormente, dio positivo al virus. Luego devolvieron a Mantilla para la cárcel Cerámica Roja, explicó el activista.
“Yo creo que fue algo premeditado para poner en riesgo la vida del opositor. Solamente una quincena en Kilo 8, donde ya sabían que había un brote de la pandemia. Su traslado no tiene otro objetivo si no el de que adquiriera la enfermedad”, opinó Marrero.
Días antes, en una llamada telefónica, desde Kilo 8, Mantilla Arango había comentado a la dama de blanco Leticia Ramos Herrería que allí “había más de un centenar de reos contagiados" con coronavirus.
Este lunes, Ramos Herrería escribió en su perfil de Facebook que “se acaban de llevar para el hospital a Virgilio Mantilla Arango con el coronavirus confirmado y está plantado en huelga de hambre".
Mantilla Arango, fundador y líder de la opositora Unidad Camagüeyana, fue condenado a siete meses de privación de libertad por el presunto delito de “acaparamiento” tras un registro practicado por la policía en su vivienda en el que se le ocuparon alimentos y varias botellas de ron destinados a los preparativos de la fiesta de fin de año.
A principios de diciembre realizó varias acciones públicas a favor del Movimiento San Isidro y en algunas de ellas usó un pullover con un letrero en el que se leía: “Todos Somos San Isidro”. Además, distribuyó en la calle impresos con imágenes de los patriotas Carlos Manuel de Céspedes y Antonio Maceo.