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FDHC: Aumento de represión en Cuba es "directamente proporcional al terror que invade al régimen"


Un soldado patrulla una cola frente a un mercado en La Habana. (AP/Ramon Espinosa)
Un soldado patrulla una cola frente a un mercado en La Habana. (AP/Ramon Espinosa)

La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba ha emitido un comunicado alertando sobre la crítica situación de los derechos humanos en Cuba, agravada, afirma “a partir del impulso que generó en el pueblo el accionar de los Movimientos San Isidro, 27 N y 27 E”.

En el comunicado, la FDHC señala que el régimen cubano ha establecido una “combinación de su metodología represiva”, mezclando antiguas y nuevas estrategias con el propósito de paralizar, a través del miedo, la efervescencia creada en la población por el empuje de la sociedad civil.

De acuerdo con la FDHC, esta reactivación de los métodos coercitivos y represivos es “directamente proporcional al propio terror que invade al régimen” ante las muestras de simpatía y el apoyo que están recibiendo, tanto dentro como fuera de Cuba, las acciones de los antes citados Movimientos.

En los doce aspectos que abordan los métodos represivosque describe el comunicado y que van desde “El asesinato de la reputación” hasta “El bloqueo al Servicio de Internet”, se observa una marcada tendencia a la intervención de los militares en aspectos de la vida cotidiana de los ciudadanos, utilizando como pretexto el control de contagios de COVID-19.

En estos momentos, varias ciudades, tanto en La Habana como “en las provincias orientales, se han reportado despliegues militares para ejercer el control ciudadano”, asegura la FDHC y agrega, “Tropas élites del Ministerio del Interior y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias han sido utilizadas para evitar protestas”, y también hace referencia al ataque con gases lacrimógenos cometido contra los jóvenes manifestantes del 27 N en noviembre de 2020 frente al Ministerio de Cultura.

La “militarización de las colas”, las “multas arbitrarias”, las amenazas telefónicas, la ostensible colocación de cámaras de vigilancia, “pintadas” en las fachadas de las viviendas de los activistas, las ofensas, el descrédito, la humillación pública, también están recogidos en el comunicado de la FDHC.

Otro de los aspectos citados por la organización defensora de los derechos humanos es el de la reactivación de los mítines de repudio que, acompañados del acoso y el ataque físico contra opositores y activista han vuelto a ocupar un lugar predominante entre los métodos de represión del régimen.

El ataque físico perpetrado por el Ministro de Cultura Alpidio Alonso, apoyado por los viceministros Fernando León y Guillermo Solenzal el pasado 27 de enero, contra un grupo de jóvenes artistas también frente al Ministerio de Cultura, se haya recogido en el apartado “Uso de altos funcionarios en acciones violentas”.

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