La reciente destitución del ministro cubano de Economía, Alejandro Gil Fernández, y el anuncio de una investigación en su contra, forma parte del "modus operandi típico de los regímenes totalitarios", comentó a Martí Noticias Omar López Montenegro, defensor de derechos humanos y analista político.
“Ni siquiera el régimen gana con estas destituciones... El gran perdedor sigue siendo el pueblo cubano, porque no hay una intención en buscar una solución al problema económico y social, sino simplemente culpar a alguien de cuestiones que son estructurales”, continuó el autor de Lucha Estratégica NO Violenta, 100 Consejos Prácticos.
Durante la entrevista para la revista informativa Martí Noticias AM el experto comparó lo ocurrido con Gil con los tiempos de Cronos, el dios griego que según la leyenda se alimentaba de sus hijos para alcanzar la eternidad.
“El ex ministro no es más que el último carnero sacrificado del sistema castrista de una serie, donde después vendrán otros. Lo que sí es cierto es que el puesto de ministro de Economía es el más peligroso ahora mismo en Cuba”, comentó.
“El sistema para sobrevivir tiene que cargar la culpa de sus errores sistemáticos en alguien, por eso las purgas pueden ser políticas o en ocasiones económicas, como es el caso de Gil Fernández, pero que al final todas tienen una connotación política”, recalcó el activista de derechos humanos.
Para López Montenegro “lo más doloroso en este caso, donde Gil no es un santo ni ninguna víctima del sistema sino simplemente una pieza más, es que las causas de esa destitución no son nuevas... Al final personas como él y algunos miembros de su núcleo familiar solo escalaron en posiciones por su cercanía a figuras del poder dentro del gobierno, no necesariamente por sus capacidades, lo que condena a estos sistemas políticos a la ineficiencia”.
Gil Fernández era uno de los hombres más importantes del gobierno de Díaz-Canel, quien lo sacó del anonimato en 2018 y lo ascendió al Ministerio de Economía y Planificación. Un año después le entregó el cargo de viceprimer ministro y le confió la implementación de una serie de reformas estructurales de la economía cubana conocidas como “Tarea Ordenamiento”.
La cercanía entre el actual gobernante y el ex ministro era tal que Díaz-Canel figura como tutor de la tesis doctoral de Gil. Incluso, tras la destitución del ministro anunciada a inicios de febrero pasado, el gobernante se permitió agradecer en la red social X su trabajo y posteriormente, felicitarlo por su cumpleaños.
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