La Dirección Provincial de Salud de La Habana reconoció este domingo el fallecimiento del joven Andy Agüero Barrios, del municipio habanero Cotorro, tras la denuncia publicada en las redes sociales por su madre, Maritza Barrios, sobre la falta de una ambulancia para trasladar al paciente al hospital Miguel Enríquez.
Sin embargo, la nota de las autoridades se limita a informar sobre la creación de una comisión que procedió a investigar los hechos y la descripción del proceso de la enfermedad de Andy Agüero que condujo a su muerte, sin mencionar la demora del transporte de urgencia.
“El 24 de junio de 2022 presenta fiebre, diarreas y vómitos, siendo evaluado en el domicilio por el médico y enfermera de la familia, proponiéndose realizar ingreso hospitalario, a lo cual la madre se negó en dos ocasiones”, reza el comunicado oficial.
En ese sentido, el doctor bayamés Alexander Figueredo Izaguirre, exiliado actualmente en México, explicó a nuestra redacción las razones de la familia para negarse al ingreso del paciente.
“En Cuba, todas las personas, en estos momentos, tienen miedo de ingresar a un familiar a un hospital por las pésimas condiciones que tienen. Las camas están deterioradas, sucias, no tienen sábanas. Los techos se están cayendo con filtraciones. Hay cucarachas”, afirmó el galeno.
“Se ingresa al paciente como un protocolo para decir que se ingresó, pero, realmente, cualquier condición que tengan en la casa es mejor que en un centro hospitalario porque, aparte de las condiciones constructivas y de infraestructura, no hay insumos médicos ni medicinas. Otras veces, cuando el paciente está en un policlínico, no llega al cuerpo de guardia al que es remitido, porque la ambulancia no llega. No hay suficientes ambulancias”, puntualizó Figueredo Izaguirre.
Un internauta, Deyvis Lawton, dijo en redes sociales ser el enfermero de una ambulancia que no pudo trasladar al joven, según había referido la dolorida madre.
"Tenía otra paciente grave en el carro y no podía bajar para llevármelo a él, porque los familiares del otro paciente no lo iban a permitir. Eso pasa cuando hay una ambulancia para cuatro municipios y 200 patrullas (de la Policía) para cada municipio", escribió en Facebook, pero este lunes el post no se encontraba entre las publicaciones.
En otro post, Lawton afirma no ser responsable del fallecimiento del joven, y aclara que no ha sido sancionado, ni ha perdido el trabajo.
“Nosotros no tenemos la culpa de lo sucedido. Que cometí un error, es verdad, pero el único error que cometí fue no ir en el salón del carro con Andy, pero eso no significa que por eso haya agravado la situación de Andy, porque en mis manos no estaba hacer más de lo que hice, que fue trasladarlo al hospital. Él no murió por culpa de nosotros. Hicimos lo que nos tocó. Repito, nada tuvo que ver la muerte con el proceder de nosotros. La tripulación no tuvo nada que ver con la muerte de este joven, así que no me utilicen más de punta de lanza para atacar el sistema de salud. Y vuelvo y repito: ni estamos presos, ni nos botaron del trabajo”, escribió.
“El problema de las ambulancias es a nivel nacional. Fueron quitando las ambulancias de los policlínicos y, entonces, los médicos que están en un municipio tienen que llamar a Santiago para decirle el caso que tienen, para que Santiago autorice a una ambulancia a salir”, indicó el fisiatra Roberto Serrano Delís, residente en Songo La Maya, Santiago de Cuba.
“Pero ya todas esas ambulancias están desbaratadas, no hay piezas de repuesto y todas están, prácticamente, para darles baja. La ambulancia es un transporte que viene para cierto tiempo de explotación, digamos cuatro, cinco o seis años, pero ya tienen en servicio 15, 20 años. Llega el momento en que, por mucho que las arreglen los mismos ambulancieros, ya no dan más, porque no las reponen, no compran ambulancias. Patrullas si hay un montón, porque para eso sí hay dinero, para invertirlo en reprimir”, señaló el doctor Serrano.
En abril de este año, una niña murió en el municipio santiaguero Mella por la falta de una ambulancia para trasladarla a un hospital, denunciaron sus familiares.
“Esto no es un caso aislado. Son cientos los que se manifiestan en las redes sociales, pero, internamente, los médicos que trabajamos en policlínicos, en hospitales, sabemos que son más los casos que están ocurriendo, que fallecen por negligencia médica, por iatrogenia médica, por falta de ambulancias, por falta de un médico, por falta de medicamentos”, recalcó, por su parte, el doctor Figueredo Izaguirre.
El comunicado de la Salud cubana acepta, por la “información aportada por la abuela materna, la insatisfacción con la calidad de la atención por el personal de la tripulación de la ambulancia que trasladó el paciente desde el policlínico hacia el hospital, lo cual fue comprobado durante la investigación realizada y, en consecuencia, serán adoptadas las medidas correspondientes”.
Al respecto, comentó el médico bayamés: “Tengo esa amarga experiencia, no solo como médico, sino como familiar, porque el año pasado, con mi abuelo, cuando fue diagnosticado con Covid, desde por la mañana se llamó a una ambulancia en Bayamo, que es una capital de provincia, y la ambulancia llegó a las 11 de la noche, para ser trasladado para Manzanillo. El paramédico se montó adelante y lo dejaron atrás solo”.
Otro médico cubano, el holguinero Alexander Pupo, exiliado en EEUU, lamentó el hecho en su perfil de Facebook.
"Espero que mis colegas algún día por fin entiendan que las carencias materiales e infraestructurales dentro del sistema de Salud Pública cuestan vidas. Las muertes por estas causas también son culpa suya, por no reclamar, con firmeza, lo que necesitan para dar una atención médica de calidad. Desgraciadamente, a la dictadura, este niño fallecido y el corazón destrozado de esta madre no les importan nada", concluyó.