Los Obispos de Cuba fueron recibidos el jueves por el Papa Francisco en el Palacio Apostólico de la Santa Sede como parte de una visita que realizan al Vaticano desde el 25 de abril hasta el 5 de mayo.
Al encuentro con el Santo Padre asistieron el Mons. Dionisio García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba, el Cardenal Jaime Lucas Ortega y Alamino, Arzobispo Emérito de La Habana; el actual Arzobispo de la capital cubana, Mons. Juan de la Caridad García Rodríguez; y Mons. Wilfredo Pino Estévez, Arzobispo de Camagüey y Presidente de la Conferencia Episcopal.
En el marco de la visita al Vaticano esta semana, el Presidente de la Conferencia de Obispos de Cuba, monseñor Dionisio García Ibáñez, concedió una entrevista a la periodista Alina Tufani, para la Radio Vaticana en la que comienzan hablando de la importancia de las visitas papales.
"Sí, la visita del Papa a Cuba ha significado también un encuentro con el pueblo cubano. Las visitas de los Papas (Pablo II y Benedicto XVI) a Cuba son siempre un intenso encuentro entre la iglesia y el pueblo, el Papa y los pastores".
Periodista: Esta visita ha sido también importante para restaurar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, en la que el Papa Francisco dio una contribución relevante. ¿Cuál es actualmente la situación en Cuba?
"Cuba está esperando cambios. Está esperando cambios, algunos suceden más rápidamente que otro, pero, nosotros los cubanos, cualquiera que sea nuestra idea personal, nos damos cuenta que el pueblo puede vivir en mejores condiciones, espirituales y materiales, y que las cosas deben cambiar".
Periodista: ¿Cuáles son estos cambios?
"Cambios económicos y sociales que van juntos. Sí, quisiéramos que fueran más rápido para que mejore la situación económica. Hay cambios culturales que por el contrario son mucho más rápidos, especialmente entre los jóvenes familiarizados con los medios de comunicación digitales y tienen una forma de pensar diferente. Esto hace que el mundo entre a Cuba y que se conozca mejor la realidad cubana. Se espera incluso un cambio político: son las estructuras, sobre todo legales, las que deben cambiar. Algunas cosas han cambiado: por ejemplo, las limitaciones de mandatos de aquellos que tienen cargos públicos. Esperamos otros cambios, porque una sociedad no puede permanecer paralizada".
Periodista: Muchos pensaron que la apertura de relaciones entre Washigton y La Habana representaría una apertura al mundo. ¿Se produjo esta apertura?
"Yo creo que el cambio cultural, -como dije-, ha sido más notable, gracias a la comunicación. Ahora hay más posibilidad de viajar al exterior y para los turistas es más fácil entrar a Cuba. Aunque existen limitaciones, hay un mejor acceso de la población a las nuevas tecnologías de la comunicación y esto produce un cambio, porque la gente puede intercambiar criterios y juicios".
Periodista: Después de tantos años en que ha sido muy difícil profesar la fe, todo esto ha traído cambios también a la Iglesia. ¿Cuáles son estos cambios?
"Hay una apertura, en el sentido de que hay una mayor comprensión del hecho religioso por tanto el pueblo expresa su fe. Como pastores vemos que el cubano es una comunidad religiosa y constatamos también que tienen poca formación en la fe. Para nosotros los obispos es un problema muy difícil de afrontar. Todavía somos una iglesia creativa que ha estado cerca de su pueblo y que ahora da testimonio de su fe".
Periodista: Este año se ha visto un crecimiento en el número de misioneros extranjeros en Cuba, fundamentalmente para la formación en la fe. ¿La iglesia cubana necesita en este momento de vocaciones?
"Claro que sí. Tenemos vocaciones, pero no lo suficiente, gracias a Dios tenemos misioneros fidei donum, sacerdotes diocesanos y religiosos, pero necesitamos más. Pero debo decir que cualquier misionero que viene a Cuba tiene deseos de trabajar, tiene mucho trabajo porque encuentra personas receptivas a la fe, que necesitan y quieren que se les hable para ser formados".
Periodista: ¿Se ha resuelto el problema de los visados y la estadía?
"Esto ha cambiado mucho, puedo decir que ahora no existen los obstáculos de antes porque cuando un Obispo pide una visa para un misionero no encuentra problemas".
Periodista: Una de las cosas significativas es que la iglesia cubana podría recuperar no sólo la oportunidad de cumplir su misión, además espacio físico: ¿han abierto algunas iglesias, han producido estructuras eclesiásticas?
"Este proceso solo ha comenzado, es ya algo positivo. En ciertas diócesis fueron devueltas algunas propiedades, pero es un proceso lento y es muy limitado. Estamos trabajando con el Estado porque después de 50 años en que ha crecido la población contamos con espacios para el culto que necesitamos. Mientras esperamos tenemos casas de oración, es decir, los fieles ponen a disposición sus comunidades, sus hogares para reunirse. No hay parroquias con sus estructuras pastorales, pero la iglesia todavía vive".
(Traducido por Carlos Ojeda, entrevista de Radio Vaticana)
Antes de emprender viaje al Vaticano los Obispos de Cuba divulgaron la siguiente carta:
Queridos hijos e hijas:
Dios mediante, los obispos cubanos estaremos en Roma desde el 25 de abril hasta el 5 de mayo para realizar la acostumbrada visita “Ad Límina Apostolorum”, que es una clara y pública manifestación de la comunión entre todos los obispos del mundo y el obispo de Roma, y un medio eficaz para reafirmar esa comunión. Esta visita está prescrita en el Código de Derecho Canónico de la Iglesia: “Cada cinco años, el obispo diocesano debe tener un encuentro personal con el Santo Padre, presentarle una relación sobre el estado de su diócesis y peregrinar a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo”.
Existen testimonios sobre las Visitas ad Límina que se remontan al siglo IV (341-342). Sin embargo, fue en 1585 cuando el Papa Sixto V reguló el formato de estas visitas. La normativa actual procede del Papa San Pío X (1903-1914), quien la estableció cada cinco años.
El propio Papa Francisco, en el año 2009, cuando era entonces Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, saludó así al Papa Benedicto XVI en nombre de los obispos argentinos que en ese momento realizaban su Visita ad Límina:: “Gracias, Santo Padre, por recibirnos, escuchar nuestras inquietudes y problemas, compartir nuestros proyectos pastorales y, sobre todo, gracias por confirmarnos en la fe y en el servicio pastoral. Queremos encontrar en esta visita el aliento para que nuestras Iglesias particulares sean casa y escuela de comunión, y promover una espiritualidad de comunión entre nosotros, obispos, y nuestros fieles que nos haga crecer en el sentido de pertenencia a la Iglesia universal”.
Todo esto es lo que queremos experimentar en lo programado para esos días en los que no nos vamos a sentir solos porque estarán presentes todos ustedes: laicos, religiosas y religiosos, diáconos, sacerdotes, seminaristas. Queremos llevar al Santo Padre Francisco el cariño y la fe de nuestro pueblo, que recuerda con agradecimiento las dos visitas que él nos ha hecho, y que guarda también en su memoria agradecida las que nos realizaron San Juan Pablo II y el Papa emérito Benedicto XVI. Todas las diócesis de Cuba: sus familias, niños, jóvenes, enfermos, presos, ancianos, peregrinarán a Roma en nuestras personas. Y por eso estamos seguros de que las palabras que el Papa Francisco nos dirija y las indicaciones que nos hagan los distintos Dicasterios o Departamentos de la Santa Sede, van a repercutir favorablemente en la vida de cada diócesis cubana.
Está previsto que nuestra visita comience con un día de Retiro Espiritual el miércoles 26 de abril. Al día siguiente, celebraremos la Santa Misa en el altar de la tumba de San Pedro, en la Basílica del mismo nombre. Cada día se tendrán encuentros en las diferentes Congregaciones (Obispos, Clero, Evangelización de los Pueblos, Educación Católica, Vida Consagrada, Doctrina de la Fe, Causas de los Santos) y también en los Pontificios Consejos (Pastoral de los Agentes Sanitarios, Comunicaciones Sociales, Justicia y Paz, Cor Unum, Promoción de la Nueva Evangelización, Familia, Laicos, y Cultura). El encuentro de todos los Obispos con el Papa Francisco será, si Dios quiere, en la mañana del jueves 4 de mayo. ¡Qué bueno sería que ese día ustedes hicieran un acto de oración por el Papa, por Cuba y la Iglesia!
Nosotros rezaremos ante la bendita imagen de nuestra Patrona, la Virgen de la Caridad, que colocamos en los Jardines Vaticanos el 28 de agosto del 2014. La oración nos mantendrá unidos. A Ella le encomendamos esta Visita ad Límina para que regresemos confirmados en la fe y con el deseo de servir mejor a nuestro pueblo.
Los Obispos de Cuba
La Habana, 5 de marzo de 2017
[Basado en un reporte de ACI Prensa y declaraciones de Radio Vaticano]