BOGOTÁ (Reuters) - Las autoridades de Colombia determinaron que cadáveres encontrados en una inhóspita zona selvática son de los tres integrantes de un equipo periodístico ecuatoriano, quienes fueron secuestrados y asesinados por un grupo armado ilegal, informó el lunes el fiscal general.
El reportero Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra, del diario ecuatoriano El Comercio, fueron raptados por disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a finales de marzo y asesinados dos semanas después.
Ortega de 32 años, Rivas de 45 y Segarra de 60 cumplían una misión periodística en la conflictiva frontera de Ecuador con Colombia cuando fueron secuestrados y luego asesinados por el Frente Oliver Sinisterra, lo que originó una ofensiva militar binacional contra el grupo armado responsable del crimen.
“Luego de los trabajos que ha llevado a cabo el Instituto de Medicina Legal y que concluyeron en la madrugada de hoy lunes, se les ha informado a los familiares que los cuerpos pertenecen efectivamente a los tres periodistas ecuatorianos y con base en esa determinación científica continúa la investigación”, dijo el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, en la ciudad de Cali.
Los tres cuerpos fueron encontrados por la policía el jueves pasado sepultados en una zona selvática del sur de Colombia, cerca de la frontera con Ecuador, con la información de un integrante del grupo armado ilegal que había sido capturado. Los cadáveres fueron trasladados a Cali en donde se realizaron las pruebas científicas para verificar las identidades.
Un cuarto cadáver todavía sin identificar y al parecer de un integrante del grupo armado ilegal que fue asesinado por sus propios compañeros, fue encontrado en el mismo sitio. Los cuerpos de los ecuatorianos serán entregados a sus familiares y trasladados a Quito.
El frente Oliver Sinisterra es una de las disidencias de la desmovilizada guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no aceptó los términos del acuerdo de paz firmado con el presidente Juan Manuel Santos en 2016 para acabar un conflicto de más de medio siglo que ha dejado unos 220.000 muertos.
El líder de esa organización es el ecuatoriano Walter Artízala, alias “Guacho”, por quien Colombia y Ecuador ofrecen recompensas de unos 240.000 dólares por información que permita su muerte o captura. El grupo armado ilegal continúa con actividades ilícitas como el narcotráfico en el sur de Colombia, y ha sido acusado de recientes ataques en Ecuador.
