Una fiscal cubana que aguardaba por un juicio por acusaciones de falsificación de documentos y tráfico de influencias, logró burlar los controles migratorios y escapó de la isla en un vuelo con destino a Costa Rica.
Hilda Batista Torriente, sobre quien pesaba una petición fiscal de 18 años de privación de libertad, pudo sortear la restricción impuesta por las autoridades cubanas para tomar un avión en el aeropuerto internacional “José Martí” de La Habana, a finales del pasado septiembre, confirmó a CaféFuerte una fuente allegada a la fugitiva.
La fuente no especificó la forma en que Batista consiguió evadir la orden que le impedía viajar fuera del país mientras esperaba por el procesamiento judicial, lo que pudiera haber ocurrido en confabulación con funcionarios de inmigración o utilizando documentación falsa.
Regularmente los viajeros utilizan las aerolíneas Copa (Panamá) y LACSA (Costa Rica) para trasladarse de La Habana a San José. Desde el pasado 16 de noviembre existe también un vuelo directo de Cubana de Aviación entre ambas capitales.
Sonado caso de corrupción
Batista, de 42 años. se encontraba junto a otros juristas a la espera de un juicio por un sonado caso de corrupción, en el que se habrían falsificado documentos de viviendas en litigio. En el momento en que se destapó el caso trabajaba en la Fiscalía del municipio Arroyo Naranjo.
La fiscal es madre de una niña de ocho meses, que dejó al cuidado de su abuela, y de un varón de 13 años que vive con el padre.
No está claro si ella permanecería en Costa Rica o si utilizaría el país centroamericano como trampolín para trasladarse a Estados Unidos. Más de 3,700 cubanos entraron a Costa Rica para desde ahí continuar viaje a EEUU durante el presente año, según cifras de la dirección de Migración y Extranjería costarricense.
El gobierno cubano podría reportarla a Interpol para conseguir su arresto. Actualmente Cuba tiene pedida la captura de Mario Betancourt Caraballoso, natural de Camagüey, y buscado por los delitos de estafa continuada, cohecho y falsificación de documentos bancarios y comerciales.
A mediados del pasado año, la Interpol capturó en República Dominicana y envió hacia La Habana a dos prófugos de la justicia cubana: Lázaro López Pereira, requerido bajo la acusación de falsificación de documentos y tráfico de personas; y Reinaldo Torres Hernández, quien fue condenado a ocho años de cárcel en el 2011, pero había obtenido su libertad condicional y escapó al extranjero.
Este artículo de Manuel Guerra Pérez fue publicado originalmente en Café Fuerte