La apertura de un consulado general de España en Camagüey “es una solicitud pendiente de la aprobación de las autoridades cubanas”, confirmaron a Radio Televisión Martí fuentes diplomáticas españolas.
El bloqueo del régimen de La Habana había sido revelado informalmente en un evento por Juan Duarte Cuadrado, director general de Españoles en el Exterior y de Asuntos Consulares, pero hasta ahora no había sido confirmado por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
"No hay manera de desbloquear al Gobierno cubano”, dijo entonces Duarte Cuadrado, según la prensa local.
Para Elena Larrinaga, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Cubanas (FECU), “el gobierno cubano quiere mantener a los ciudadanos aislados, controlados, y evitar todo acceso posible al exterior”.
“Responde a un desmesurado afán por el inmovilismo político y social. Parecen querer negar la entrada a nuevos testigos de la realidad cubana”, añadió la activista.
Ante la proximidad de los trámites derivados de la llamada Ley de Nietos, la experta Estela Marina Pérez, directora general del Grupo Aristeo, advirtió de la urgencia de una nueva sede consular española en Cuba.
“Es una necesidad inmediata, por los cambios en los procesos migratorios en España. Y ahora se avecina la Ley de Memoria Democrática. España tiene que habilitar en Cuba el consulado de Camagüey, porque se van a desmadrar todas las presentaciones de expedientes y visados”, alertó.
La experta lamentó que, actualmente, las personas tengan que viajar desde el extremo oriental del país hasta La Habana, “solo para presentar un visado, cuando lo pueden hacer en Camagüey”.
Ferrán Núñez, fundador de la Asociación Autonomía Concertada para Cuba, considera que Madrid debería exigir reciprocidad, ya que la isla cuenta con consulados en Madrid, Barcelona, Sevilla, Santiago de Compostela y Gran Canaria.
“Se trata de un problema de equilibrio diplomático. España tiene todas las cartas en la mano para exigir que en Cuba se abran cinco consulados, como los que tiene Cuba en España. Y si no, debe hacer lo mismo, cerrar todos los consulados de Cuba en España y dejar solamente el de Madrid”, opina el también director de “Españoles de Cuba”.
En cambio, la FECU cree que Madrid “no debería pagar a La Habana con la misma moneda”, por la afectación que supondría para los casi 200 mil cubanos que viven en el país ibérico.
“Sería una enorme mediocridad”, dijo Larrinaga.
Al cambiar la solicitud de Santiago de Cuba por Camagüey, las autoridades españolas atribuyeron la decisión a la "distribución de la colonia española", que aconsejaba situar el consulado en el centro de la Isla. La medida causó frustración en la segunda ciudad en importancia del país, única que cuenta con vuelos directos hacia y desde España, además de la capital.
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