España mira con recelo el acercamiento de Francia a Cuba y los intentos del país galo por "hacerse hueco en un mercado en el que España es desde hace tiempo el mayor inversor y uno de sus principales socios comerciales", advierte este lunes el diario español ABC.
Como quien hablara con el propio Gobierno cubano, el periodista Luis Ayllón apunta que, a pesar de que no existen cifras oficiales, estimaciones aproximadas registran que el 45% de las inversiones extranjeras en la isla son de origen español, por delante de Canadá e Italia.
Una treintena de firmas españolas funcionan a través de empresas mixtas en Cuba: más del 90% de las plazas hoteleras de cuatro y cinco estrellas, son de cadenas españolas y tienen empresas de transporte aéreo (manejo de carga aérea y mantenimiento de aeronaves), producción de cemento y suministro de agua potable, explica ABC.
El periodista Ayllón recuerda también que fue la empresa española de productos alimenticios y bebidas para la hostelería Hotelsa la primera en anunciar la construcción de una fábrica en la zona especial de desarrollo del Mariel.
El recelo de España se acentúa tras la visita del mandatario cubano Raúl Castro a París y la reunión paralela de una delegación cubana integrada, entre otros, por el vicepresidente, Ricardo Cabrisas, y el ministro de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca con empresarios galos en la sede de la patronal francesa (Medef).
En esa ocasión, Cabrisas puso de relieve la importancia de la inversión turística para la economía cubana e instó a las compañías francesas a acompañar a la isla en este desarrollo.
Entre los acuerdos firmados en el Elíseo por los dos países figuran pactos en campos como la economía, el turismo, el comercio justo, el transporte ferroviario o la ayuda al desarrollo, que se espera que refuercen la débil cifra de 180 millones de euros en intercambios comerciales registrada el año pasado.
Frente a las reducidas cifras de intercambios comerciales de Francia, España superó los 1.000 millones de euros el pasado año –señala el artículo de ABC–. Esa cifra sitúa al país como el tercer socio comercial de Cuba, sólo por detrás de Venezuela y China.
"Las autoridades cubanas lo saben y en los últimos tiempos han tratado de lograr el apoyo español para que sus reformas económicas sean valoradas por otros inversores", dice el periodista y menciona las visitas de funcionarios cubanos encargados del área económica española, especialmente la del vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba Ricardo Cabrisas, la próxima semana a Madrid.
Cabrisas se reunirá con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y con el de Economía, Luis de Guindos, este último interlocutor para conseguir el respaldo de España para la condonación de la deuda cubana por el Club de París.
El Club de París condonó a Cuba 7.731 millones de euros de los intereses generados por el retraso en el pago de la deuda y se reestructurán 2.365 millones de euros restantes en cómodos plazos, explica Ayllón.
De ellos, 1.709 millones de euros fueron condonados por España.
Varios analistas coinciden en que, lo mismo la parte de la deuda que Francia condonó a Cuba como sus recientes acuerdos, tienen como objetivo tener el apoyo del Gobierno cubano en su relación con otros Gobiernos izquierdistas latinoamericanos sobre los que Cuba tiene gran influencia, como Venezuela, Bolivia, Ecuador e, incluso, Brasil.
"Tras la diplomacia ideológica, acompañada de un silencio absoluto en el terreno de los Derechos Humanos, Francia espera conseguir algunas rentas comerciales, que las grandes empresas francesas no se apresuran a confirmar", apunta otro artículo de ABC.
