Pacientes de COVID-19 en el Hospital Militar de Santa Clara expresan que en esa entidad no han recibido la atención médica adecuada y que, además, se violan los protocolos establecidos.
Se trata de la familia del opositor Yoel Bravo, líder del movimiento Juventud Despierta, cuya esposa, Daily Rodríguez, dijo a Radio Martí que, a pesar de estar positivos, se encuentran junto a su hija de 7 años, a quien le había dado negativa la prueba PCR.
Rodríguez explicó que su esposo ingresó el viernes en el Hospital Universitario Clínico Quirúrgico Arnaldo Milián Castro, conocido como el hospital nuevo, con fiebre alta, muchos temblores y falta de aire. Allí le practicaron un test rápido de COVID-19 y le dio positivo. Entonces fue trasladado al Hospital Militar.
Una vez en el lugar, recibieron "una mala atención que no puedo explicar. Hoy, el día entero, no había venido un médico", aseguró la activista.
El domingo por la noche Rodríguez también dio positivo al virus, pero a la hija de ambos "le salió negativo", a pesar de lo cual la menor permanece en el centro médico con sus padres, y rodeada de otros pacientes también contagiados.
La pequeña "ahora tiene 38 y medio de fiebre y dolor de cabeza, porque le pusieron el interferón inyectado en el brazo", dijo la madre.
Las autoridades sanitarias insisten en que los menores de 18 años son un sector de riesgo en medio de la pandemia en Cuba. Este miércoles, fueron diagnosticados 147 niños y adolescentes con el virus en la isla, y desde marzo de 2020 se acumulan 19,066 contagios en este segmento poblacional.
Mientras, Bravo permaneció sin oxigeno durante varias horas, porque no disponían de un balón de repuesto, "y él ahogado, con tos, con 40 de fiebre", denunció Rodríguez.
(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)