MIAMI, EEUU — Estados Unidos acogerá la próxima Cumbre de las Américas en la ciudad de Los Ángeles. Esta cita tiene que servir, según fuentes de la Casa Blanca, para reforzar las relaciones entre los socios y aliados de la región y abordar distintas problemáticas, como la migración, la corrupción y el cambio climático, entre otras.
El presidente de EEUU ha escogido un equipo de asesores especiales para este encuentro de altos mandatarios. Entre ellos está la excongresista de origen ecuatoriano Debbie Mucarsel-Powell.
“Tenemos una responsabilidad muy grande de establecer y fortalecer nuestras relaciones con todos los países de la región”, explicó Mucarsel-Powell durante una entrevista con la Voz de América desde su casa en Miami, Florida.
Según ella, todos los temas que se tratarán tienen un denominador común: “Crear un futuro sostenible, equitativo y resiliente”.
La alta funcionaria reconoce que el reto al que se enfrenta la mayor parte de los países del mundo es “la debilidad de las democracias” y “de las instituciones democráticas”.
“Es un momento crítico para demostrar a todos los ciudadanos de la región de las Américas que la democracia puede solucionar los temas más difíciles que estamos enfrentando en este momento”, dijo, asegurando que está “lista para este trabajo”.
Pero, sobre todo, insiste en que “es un momento para demostrar que la región está unida en contra de cualquier gobierno que esté violando derechos humanos”, con especial atención “a lo que está sucediendo en Nicaragua, pero también en Venezuela y Cuba”.
“Este es un momento en que los países democráticos tienen que unirse para posicionarse en la opinión de que las instituciones democráticas son las instituciones que nosotros vamos a valorar y proteger”, agregó.
Con todo, espera que esta fórmula sirva para “demostrar a todos los ciudadanos de las Américas que sus voces importan más y más”, especialmente cuando reclaman “gobiernos con integridad, transparencia, apoyo a la prensa libre y derrotar la desinformación que ha debilitado las instituciones democráticas de la región”.
Nicaragua y su salida de la OEA
La Cumbre de las Américas se dará en un momento especialmente delicado después de que el Gobierno de Daniel Ortega ordenara la expulsión de los funcionarios de la oficina de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Nicaragua, anunciase la salida del organismo y tomase la sede del mismo en la capital del país.
“Estamos viendo todas las medidas que ha tomado el Gobierno de Ortega y Murillo. No solamente está encarcelando a protestantes pacíficos que han alzado sus voces en contra de este régimen, pero también nos está demostrando que está tomando pasos autoritarios”, explicó.
En esa línea, Mucarsel-Powell considera que esa actitud obedece a la postura de presión que desde la comunidad internacional se ha ejercido para que desista con este tipo de políticas. “Esta es mi opinión personal y creo que el Gobierno de Ortega se siente no solamente aislado, sino también amenazado de la posición que estamos tomando en toda la región”, sostuvo.
La posición frente a Venezuela
La grave crisis política, económica, social y humanitaria que se vive en Venezuela es algo que se está viendo con gran preocupación en toda la región. La asesora especial de Biden aclaró que “la posición de Estados Unidos no ha cambiado en absoluto” y que el Gobierno “sigue reconociendo a Juan Guaidó como presidente interino” del país porque “fue el único electo de la Asamblea Nacional”.
En su opinión, la vía diplomática tiene que ser un espacio para encontrar una solución a la situación que vive esta nación sudamericana liderada por Nicolás Maduro.
“Lo que estamos tratando de hacer, y pienso que es algo que deberíamos haber hecho desde el inicio, es tener conversaciones diplomáticas para que puedan haber unas elecciones en Venezuela, para dar a los venezolanos la oportunidad de alzarse en contra del narcorégimen de Maduro y elegir a un gobernante que va a poder proteger los derechos de los venezolanos”, comentó.
Sobre la reunión que hubo entre funcionarios estadounidenses con venezolanos en el Palacio de Miraflores, Mucarsel-Powell confesó que ese encuentro le “preocupó” y quiso interesarse personalmente sobre las intenciones de la Casa Blanca con esa visita, que se producía días después de anunciar sanciones a gas y al petróleo ruso por la invasión a Ucrania.
Aseguró que esa reunión, sobre todo, tenía la intención de liberar a Gustavo Cárdenas y Jorge Alberto Fernández, dos estadounidenses encarcelados en Venezuela.
“Para las familias de esas personas, eso fue un éxito de las conversaciones”, argumentó insistiendo en que Estados Unidos quiere buscar las vías para que “los venezolanos puedan cambiar el gobierno ellos mismos”.
Las claves para combatir la corrupción
América Latina se sitúa como una de las regiones peor evaluadas en los listados internacionales sobre corrupción, algo que afecta directamente a la política y a la economía de los países en tanto que incentiva, según advierten los expertos, la violencia y la desigualdad.
Venezuela, Haití, Costa Rica, Cuba, Nicaragua, Honduras, Argentina, Uruguay y Guatemala son algunos de los países latinoamericanos que aparecen en el reporte de Transparencia Internacional, un organismo que vela por los niveles de corrupción en todo el mundo.
Hace unos días, el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández llegó extraditado a Estados Unidos acusado por tráfico de drogas y armas aprovechándose de su situación como presidente del gobierno.
Ante este escenario, la corrupción será otro de los temas que se incluirán en la agenda de discusión de la reunión en California porque, según dice Mucarsel-Powell, “no podemos fortalecer las instituciones democrática, si no tomamos la corrupción que ha existido no solamente en América Latina, sino también en los gobiernos democráticos aquí en Estados Unidos y en otras democracias del mundo”.
“Para Estados Unidos, el mensaje siempre ha sido que nadie está sobre la ley y pienso que el sistema judicial tiene que estar fortalecido”, señala la excongresista, convencida de que así se podrán enfrentar los casos de corrupción.
“La Cumbre de las Américas es una oportunidad de traer a relucir la unión entre la sociedad civil, la sociedad empresaria y líderes de gobiernos para que puedan tener esa conversación de cómo [los ciudadanos] pueden tener mejor representación en sus gobiernos de Latinoamérica”, apostilló.
El giro a la izquierda en América Latina
En los últimos tiempos, en la región latinoamericana se está dando un giro hacia la izquierda con la elección de presidentes más liberales. Andrés Manuel López Obrador en México, Gabriel Boric en Chile o Pedro Castillo en Perú son algunos de los nuevos mandatarios que se definen de izquierda. Y en poco tiempo podría pasar lo mismo en Colombia.
“Tenemos que respetar las voces de los colombianos en las elecciones y después de ver a quién van a elegir, sea del partido que sea, debemos tener el compromiso de apoyar a los colombianos por la decisión que han tomado”, dijo sobre los comicios en los que Gustavo Petro, el líder de izquierda más importante del momento en Colombia, tiene grandes posibilidades de ganar las elecciones.
Ante este escenario, Debbie Mucarsel-Powell también enfatizó que el compromiso de EEUU es respetar “las elecciones libres y transparentes”, aunque no entró a valorar si a la Administración estadounidense le preocupa ese giro. “Nosotros hemos tenido esta posición globalmente: no violen derechos humanos, no comiencen a tomar pasos autocráticos que puedan afectar las instituciones democráticas”, advirtió.
En ese sentido, recalcó que “el componente más importante” de la Cumbre de las Américas “va a ser la gobernación democrática”, que pasa por “respetar las voces que salen a votar y las elecciones de cada país”.
“Tenemos que siempre tener esa posición de que tenemos que respetar cuando haya elecciones libres y transparentes, y las voces de las personas que eligen a su gobierno y a sus gobernantes”, agregó.
Por eso insistió en que es el deber de Estados Unidos “de demostrar que las democracias funcionan y que juntos y unidos podemos enfrentar los obstáculos que nosotros tenemos en la región”.
“Porque no es solamente la democracia, también tenemos problemas económicos, de desarrollo, tenemos el problema del cambio climático, tenemos que enfrentar la deforestación que estamos viendo en Brasil, tenemos que trabajar juntos para controlar la contaminación del agua y de la basura que estamos viendo en el océano”, expuso consciente de que “hay que alcanzar las respuestas para poder enfrentar todos esos obstáculos”.
La inmigración
La cuestión migratoria va a ser otro de los temas estrella que se incluyen en el programa de los países que participan en esta cumbre de máximo nivel diplomático. Biden, cuando tomó cargo como presidente en enero de 2021, se comprometió a enfrentar como una prioridad los flujos de migraciones ilegales hacia Estados Unidos y tratar de incentivar las oportunidades económicas para evitar que la población se viera obligada a emigrar.
“Este es un tema que nos afecta, no solamente a Estados Unidos, sino también a otros países. Hemos visto cómo Colombia ha tenido que abrir sus puertas a más de 2 millones de venezolanos que han tenido que escapar de este régimen, que ha violado los derechos humanos de los venezolanos”, dijo, recordando que gracias a la colaboración de otros países de la región, se ha podido abordar esta crisis.
Durante la entrevista con la VOA, la funcionaria defendió que “ningún inmigrante quiere salir de país y dejar la familia atrás para escapar de la violencia”, por lo que es importante forjar alianzas con “el sector privado y los gobiernos de la región” en temas de inversión y acceso a financiación para promover las oportunidades laborales de los centroamericanos y otras poblaciones sudamericanas.
Críticas de los republicanos
Desde la bancada republicana, algunos han criticado ciertas políticas del Gobierno en la región. En el tema venezolano, por ejemplo, el Senador por Florida Marco Rubio arremetió contra Biden por el acercamiento entre Estados Unidos y Venezuela en el Palacio de Miraflores y calificó el encuentro como “bochornoso” después de las sanciones impuestas al petróleo ruso por la guerra en Ucrania.
“Estados Unidos no necesita una sola gota de petróleo de Maduro, podemos producir más que suficiente aquí si Biden lo permitiera”, señaló.
Al mismo tiempo, aseguró que esta reunión supone una “traición” para el exilio venezolano en Estados Unidos. “Es un bochorno y una pena que hayan abandonado y traicionado a aquellos que estén peleando por la libertad de Venezuela”, indicó.
La cuestión migratoria también ha provocado el rechazo de los republicanos en el Congreso. La oposición republicana dijo estar alarmada por las cifras récord de la inmigración ilegal en Estados Unidos, que calificaron de "catástrofe humanitaria".
Los ingresos desde México aumentaron en las últimas semanas y dos memorandos publicados por líderes republicanos acusan al presidente demócrata Joe Biden de haber convertido la situación en la frontera en "la peor en la historia de Estados Unidos".
En una conferencia de prensa, senadores republicanos denunciaron la débil respuesta del gobierno de Biden a la situación, a la que estimaron "fuera de control".
"Hoy una crisis hace estragos en la frontera sur", dijo el senador republicano por Texas Ted Cruz, quien agregó que la misma fue "creada por Joe Biden y (la vicepresidenta) Kamala Harris".
Acusó a los demócratas de apoyar la inmigración ilegal, pues consideran a "los dos millones de inmigrantes ilegales llegados el año pasado como futuros votantes".
La guardia fronteriza contabilizó 1,7 millones episodios de detención de migrantes indocumentados en el último año fiscal, el mayor número hasta ahora registrado.
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