El presidente Donald Trump afirmó el sábado, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, que Estados Unidos ampliará las restricciones de viaje a Gran Bretaña e Irlanda, y que el gobierno considera limitar los viajes dentro del país, en las áreas más afectadas, por la pandemia del coronavirus.
Durante su comparecencia, el Presidente también confirmó que se le había practicado un examen para determinar si había sido infectado con el COVID-19, y que está a la espera de los resultados.
Bajo las nuevas restricciones -informó la agencia AP-, a los ciudadanos estadounidenses, residentes legales y otras personas, se les permitirá regresar a EEUU a través de 13 aeropuertos y serán sometidos a inspecciones médicas y cuarentenas.
"Si no tiene que viajar, yo no lo haría", comentó Trump.
Entretanto, a primeras horas del sábado, la Cámara de Representantes aprobó una legislación para ayudar a las familias que sufran física, fiscal y financieramente por la pandemia de coronavirus.
Aún el Senado debe llevar a votación la medida, a la que Trump le ha brindado su respaldo.
Las nuevas restricciones -precisó AP- tienen lugar cuando Gran Bretaña ha visto casi duplicarse el número de muertes en 24 horas, hasta 21, y el número de personas infectadas ha sobrepasado las 1.100, de 800 el día anterior.
Irlanda tiene 90 casos confirmados y una muerte hasta el viernes.
El vicepresidente Mike Pence afirmó que las nuevas medidas entrarán en vigor a la medianoche del lunes.
Pence -citado por AP- declaró que la administración está "considerando una amplia gama de medidas" sobre potenciales restricciones a los viajes domésticos, pero que ninguna decisión ha sido tomada todavía.
Por su parte, Trump, después de confirmar que se había sometido a una prueba para determinar la presencia del coronavirus, como precaución por su exposición directa e indirecta con el COVID-19, comentó a los reporteros presentes en la Casa Blanca que su temperatura fue medida y era "totalmente normal".
La agencia AP afirmó que la pandemia afecta ahora a más de 2.200 personas en EEUU y ha causado 50 muertes.
