Los estadounidenses en nueve estados tienen la posibilidad de votar el 8 de noviembre sobre expandir el acceso a la marihuana.
En forma colectiva, las medidas puestas a consideración de los votantes equivale a lo más cerca que Estados Unidos ha estado de un referéndum nacional sobre la droga.
Cinco estados –Arizona, California, Maine, Massachusetts y Nevada- considerarán legalizar el uso recreacional de la marihuana.
Otros tres estados –Florida, Arkansas y Dakota del Norte- decidirán si permiten el uso medicinal de la marihuana.
Entre tanto, Montana votará sobre si alivia las restricciones a la existente ley que permite el uso medicinal de la marihauna.
De acuerdo con encuestas a nivel nacional, una sólida mayoría de los estadounidenses apoyan la legalización de la marihuana.
El más reciente sondeo de Gallup establece el apoyo en el 58%, un aumento del 12% con respecto a 1969. Gallup dice que el 13% de los adultos estadounidenses reportan el uso de marihuana en el presente, casi el doble del porcentaje que lo reportó en 2013.
“Americans for Safe Access”, una organización que defiende el acceso legal del canabis para uso medicinal, dice que los programas de marihauna recreacional deben mantenerse separados de la marihuana medicinal.
El grupo ve un potencial “conflicto de interés” entre los dos si son mezclados, dice Beth Collins, líder de la organización.
El grupo también ve un potencial daño por la posibilidad de la corporización de la marihuana, señala Collins.
“En el lado negativo, grandes negocios pueden tratar de imponer regulaciones para mantener alejados a otros actores, lo que puede llevar a menos productos”.
Carey Clark, miembro de la junta de directores de la American Cannabis Nurses Association, dice que la legalización recreacional permitirá que la gente que usa marihuana como medicina tenga acceso más fácil a ella.