Un mes antes de que sus colegas de las Grandes Ligas se presentaran a los entrenamientos de pretemporada, Aroldis Chapman, Yuli Gurriel y otros peloteros de origen cubano se reunieron en un terreno en Miami.
Ahí, se enfundaron en sus uniformes y recordaron su país natal esta semana. Se les unieron tanto prospectos como jugadores retirados, quienes usaron también las gorras azules con pequeñas banderas cubanas y una leyenda zurcida.
"Patria y Vida", decía.
El grupo de jugadores, que en su mayoría nacieron en Cuba pero desertaron de la isla, se hizo llamar Federación Profesional Cubana de Beisbol (FEPCUBE). Más recientemente, adoptó el mote de "Dream Team".
Afirmó que aspiraba a representar los ideales de los cubanos "libres e independientes", pero sin contar con el aval de las autoridades políticas y deportivas de la isla.
"Representamos algo más grande que nosotros mismos", afirmó el manager Brayan Peña.
No se ha dado el caso de que un equipo de Cuba que se haya declarado independiente de las autoridades de ese país haya participado en una competencia internacional. Sin embargo, FEPCUBE esperaba cambiar eso a finales de este mes durante un certamen en Colombia.
Esos planes se frustraron esta semana, cuando los organizadores anunciaron la cancelación del torneo, por motivos fuera de su control. El Comité Olímpico y las autoridades deportivas de Colombia, habían desconocido la legitimidad del equipo FEPCUBE, una decisión elogiada por la Federación Cubana de Béisbol y Softbol (FCBS).
El club no está afiliado a la FCBS. Sus impulsores habían aceptado jugar con el nombre de "Dream Team" y renunciar al eslogan de "Patria y Vida" después de que las autoridades deportivas de Colombia negaron el aval y condenaron el uso de la bandera de Cuba y de otros símbolos del país.
"Algunas veces ocurren en la vida cosas sobre las que no tienes control", dijo el presidente de FEPCUBE Armando Llanes hijo. "Hay que seguir adelante. Las oportunidades en adelante para nosotros son muchas, como para estar preocupados y pensando en lo que pasó ahora".
La meta para el equipo de una treintena de integrantes sigue siendo la misma.
"Estamos representando a los cubanos libres", dijo Peña, quien es también manager de ligas menores en la organización de los Tigres de Detroit. "Estamos representando algo que todos llevamos en el corazón, y es nuestra gente. Esa es la gente a la que amamos y es la gente que ha sacrificado tanto por nosotros".
La misión atrajo a varios talentos de las Grandes Ligas esta semana.
El martes, durante una práctica, apareció Chapman, siete veces elegido al Juego de Estrellas. Hizo lanzamientos a un coach durante aproximadamente media hora.
Jorge Soler, el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial de 2021, conectó pelotas hacia los jardines durante la práctica de bateo. Yuli Gurriel, campeón de bateo y ganador del Guante de Oro, fildeó junto con su hermano menor Lourdes Jr., antes de hacer una pausa para firmar autógrafos y tomarse fotografías.
La preparación prosiguió, pese a la cancelación, de la denominada Serie Intercontinental en Barranquilla, ciudad de la costa colombiana del Caribe. Se suponía que el equipo de cubanos emigrados competiría con conjuntos de Colombia, Japón, Curazao, Corea del Sur y Estados Unidos.
Esta disputa pone de manifiesto la compleja intersección entre el deporte y la política.
El gobierno colombiano se deslindó del torneo este mes, ante la participación del equipo de cubanos. Aclaró en un comunicado que se trataba de un evento privado que no contaba con su aval.
El Ministerio del Deporte de Colombia rechazó las "acciones y manifestaciones" de FEPCUBE de utilizar el nombre, la representación y los símbolos patrios de Cuba, sin la autorización de la isla, ni el "reconocimiento" del gobierno colombiano o sus autoridades deportivas.
"El uso de estos símbolos se interpretaría como una clara infracción a los derechos constitucionales y deportivos de la República de Cuba", advirtió el Ministerio.
El béisbol es el deporte principal en Cuba, pero el talento y competitividad de la isla han decaído en los últimos años. Cientos de peloteros cubanos han desertado para jugar en otras naciones.
La isla ha prohibido en buena medida el deporte profesional desde poco después de la Revolución Cubana, hace 65 años. Se ofrecen pagos modestos de parte del gobierno a los peloteros estelares por su participación en la selección nacional.
Las viejas sanciones por parte de Estados Unidos hacen prácticamente imposible que los cubanos jueguen de manera profesional para un equipo estadounidense sin desertar. Históricamente, Cuba no ha permitido que los peloteros desertores formen parte de su selección nacional.
Para el Clásico Mundial de béisbol realizado el año pasado en la Pequeña Habana, el enclave mayoritariamente habitado por la comunidad cubana en Miami, Estados Unidos marcó un hito. Permitió por primera vez que astros de las Grandes Ligas nacidos en Cuba jugaran por su país en el torneo.
El equipo, con su plantel mixto de desertores y peloteros que residen en la isla, fue recibido tanto con simpatía como con desprecio en la ciudad que alberga la mayor población de origen cubano en Estados Unidos.
El miércoles, no hubo sentimientos encontrados cuando el equipo de cubanos entró al campo en el Miami Dade College, para su primer juego de exhibición, ante esa institución.
Numerosos expatriados, orgullosos de sus raíces pero muchas veces también críticos de la opresión política de la que huyeron, comenzaron a llegar incluso dos horas antes del primer lanzamiento. Muchos iban envueltos en banderas de Cuba o portaban jerseys de clubes de las Grandes Ligas.
Alberto Sarmiento, de 36 años, ha jugado béisbol durante toda su vida pero dijo que jamás se ha identificado con un equipo que lo represente como cubano "libre".
"Para mí, este equipo significa todo", dijo Sarmiento, quien viajó desde Orlando para ver el juego y estaba disgustado por las noticias de la cancelación del torneo. "El hecho es que ellos están contra una entidad que no los quiere en el terreno en absoluto. No importa si usan un uniforme blanco. Creo que todos en ese equipo son cubanos y me representan".
Cientos de personas miraron el encuentro en que el equipo de expatriados cubanos derrotó 3-2 al conjunto colegial. Algunos se sentaron en las gradas metálicas y saltaron cuando los cubanos hacían una buena jugada. Otros presionaron sus rostros contra la valla que los separaba de los peloteros y gritaron: "¡Viva Cuba!".
René Arocha protagonizó la ceremonia del primer lanzamiento. El 10 de julio de 1991, Arocha fue el primer pelotero en activo que desertó de la selección nacional de Cuba. Abandonó el plantel durante una escala en Miami.
Eddie Oropesa, de 52 años y expelotero de las mayores, hizo algunos lanzamientos durante el encuentro, usando la misma gorra que portó en 1993, cuando desertó de la selección.
"Esto me produjo mucha emoción", dijo Oropesa. "Me recordó el trabajo duro que mi familia y yo hemos hecho, y por eso estaré siempre agradecido".
No está claro el futuro del equipo tras la cancelación del torneo. Llanes dijo que la meta inmediata es festejar la victoria que supone tan sólo el conformar este grupo.
"Esto es histórico", expresó Yuli Gurriel, quien ganó dos veces la Serie Mundial con los Astros de Houston. "Hace cinco o 10 años, la gente pensaba que esto nunca pasaría. Desde el momento en que se habló de esto yo quise ser parte, y no me arrepiento".
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