Las secuelas que dejó Eta incrementarán el desabastecimiento de alimentos en el país, y ponen en grave peligro a un importante renglón económico, el tabaco, dijeron en entrevista con Radio Televisión Martí residentes en las zonas más afectadas.
Los daños provocados por la tormenta en Pinar del Río, Villa Clara, Sancti Spíritus y Granma, comprometen la campaña tabacalera y dejan a la agricultura en crisis con la pérdida de cultivos de ciclo corto.
En el municipio pinareño de San Juan y Martínez se perdieron las posturas de tabaco que se habían sembrado, además de daños estructurales en las casas de secado por las pésimas condiciones en las que se encuentran. Las afectaciones dejan sin esperanza a los cosecheros, que ya enfrentan impagos acumulados por años de la empresa aseguradora gubernamental, comentó el tabacalero Osmani Poveda Hernández.
“El Tabaco que se sembró, todo está perdido, no tiene solución. Aquí tenemos problema con el seguro, desde hace cuatro o cinco años ellos nos deben dinero a mi hermano y a mí, unos 6 mil pesos, y hay muchos campesinos afectados con esos impagos. Al perderse la cosecha, ya no tenemos nada, no hay sustento para la familia, únicamente esperar al próximo año”, destacó el productor.
Desde San Diego de los Baños, en el municipio de Los Palacios, también en Pinar del Río, el agricultor Esteban Ajete informa que las pérdidas en la agricultura son serias.
“La situación con el alimento, ahora con estas aguas, lo poquito que había de viandas y algunas otras cosas se va. Yo pienso que a partir de ahora la situación será crítica”, apuntó.
En el occidente cubano, donde estuvo lloviendo hasta este miércoles, más de 50 mil personas permanecían sin electricidad, y muchas comunidades rurales se quedaron sin cobertura telefónica móvil, según reportes de la prensa estatal.
Guillermo del Sol, quien es periodista independiente y reside en la ciudad de Santa Clara, cuenta que todavía hay pueblos aislados por las inundaciones, crecida de ríos y derribo de puentes en la provincia de Villa Clara. El río Sagua la Chica, a la altura del poblado de Falcón, estaba por encima de la carretera hasta este miércoles. Las presas no dan abasto aliviando el escurrimiento que baja de las montañas, explicó.
“En los 55 años que tengo de vida, jamás había visto llover en tan poco tiempo con tanta intensidad. Los sembrados de yuca se perdieron con estas lluvias, también se perdió la cosecha de frijoles. Está perdida la primera cosecha del tomate, y se perdió también la última cosecha de arroz del año, tanto en los campos tanto de particulares como del estado”, señaló Del Sol.
De muy compleja califica el también comunicador Adriano Castañeda, residente en Sancti Spíritus, la situación de la agricultura tras el paso de Eta, que también causó serios daños en el ya depauperado fondo habitacional.
En las comunidades de Las Tosas, Guasimal y Yaguajay se afectaron muchas viviendas. Hasta el miércoles, los residentes de la capital espirituana no habían visto a ningún funcionario evaluando los daños.
“Grandes afectaciones en la cosecha del frijol. Además, daños también en el arroz, la yuca, el tomate y el café que se produce en el Escambray”, dijo Castañeda en una evaluación rápida de las afectaciones por la tormenta.
En Granma, Eta dejó daños en viviendas, varias comunidades que se mantienen aisladas por el deslizamiento de tierras y derrumbes de puentes, y quedaron bajo agua más de mil hectáreas de cultivos varios, tabaco y café, informó la presa oficial.
Desde esa provincia del oriente de Cuba, el pequeño agricultor Emiliano González considera que los daños fueron extensos, sobre todo en las poblaciones de Pilón, Niquero, Yara y Río Cauto, donde hay caminos intransitables por la crecida de ríos y el derrumbe de puentes, y muchas comunidades permanecen sin fluido eléctrico.
Los daños, dijo, “fueron cuantiosos", al menos en la zona montañosa.
"Aquí donde yo vivo la cosecha de tabaco fue arrasada completamente y los cultivos de ciclo corto se echaron a perder. Las cosechas de arroz colapsaron con la sobresaturación de humedad de la tierra. Los cultivos no lo soportan”, concluyó el campesino.