WASHINGTON DC - ¿Giro a la izquierda o a la derecha? La pelea política en Ecuador por la sucesión de Lenín Moreno en la segunda vuelta electoral, este 11 de abril, entre el delfín del correísmo Andrés Arauz y el conservador Guillermo Lasso, podría consolidar una conocida fórmula en el pasado que tenía a Venezuela en el epicentro del llamado “Socialismo del siglo 21”, con el fallecido presidente Hugo Chávez a la cabeza.
De ganar el candidato de Rafael Correa, quien ya se impuso en la primera vuelta, Ecuador seguiría la estela de Bolivia, con la victoria del exministro de Economía Luis Arce en las elecciones presidenciales en octubre de 2020, quien al igual que Arauz, ganó en la primera ronda electoral.
Además, en el caso de Bolivia, la victoria del heredero de Evo Morales, supuso un cambio de timón político tras el año de gestión conservadora bajo la batuta de la presidenta interina Jeanine Áñez.
Según el investigador para América Latina del Real Instituto Elcano, la tendencia podría tener como telón de fondo un voto de castigo a la derecha en Latinoamérica.
“¿Qué es lo que puede pasar de aquí a futuro? Que es probable que, de aquí a los próximos comicios, el voto de castigo va a primar en muchas elecciones y este campo llamado progresista se expanda”, dijo en entrevista con Venezuela 360.
Pero no solo Bolivia ha cambiado de color político en el pasado reciente. También Argentina, con el regreso del peronismo de la mano de Alberto Fernández en diciembre de 2019, habría allanado el camino en la región para el retorno a la jefatura de estado a los delfines de los viejos aliados del presidente de Venezuela Nicolás Maduro.
Y con la crisis de Venezuela como telón de fondo y la salida de Argentina del Grupo de Lima, Maduro estaría ganando oxígeno en Latinoamérica, a golpe de elecciones en territorio ajeno, afirman expertos.
No así en Europa, donde el grupo de los 27, siguiendo la postura de Estados Unidos, estrecha el cerco a los aliados de Miraflores. De esta forma, el pasado febrero, el bloque comunitario imponía sanciones contra 19 funcionarios del país caribeño, a lo que el Gobierno de Venezuela respondió con la expulsión de la embajadora europea.
“Ojalá que haya reflexión en la Unión Europea, ojalá podamos reconstruir los puentes de entendimiento y de diálogo, ojalá que aprendan a respetar a los países soberanos, libres en independientes” fueron las palabras del canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, tras consumar la expulsión.
Sin embargo, según los expertos, la diversidad de voces y la recurrente falta de consenso entre los países del bloque podrían poner en riesgo la estrategia común de los 27, hacia Venezuela.
Según el director del Center for Global Afairs & Strategic Studies, con sede en España, Emili Blasco, “cualquier presión [hacia Venezuela] ha de ser coordinada y aplicada por todos los países de modo estricto, si no es imposible que haya un cerco y consecuencias de esa presión. Si la Unión Europea quiere participar en un proceso, ha de estar dispuesta a ciertos momentos de mayor dureza o presión, combinados con una cierta apertura del diálogo si se producen ciertas condiciones”.
Al mapa político planteado en Latinoamérica, podría sumarse Perú, que al igual que Ecuador celebra elecciones presidenciales este 11 de abril, con cinco aspirantes luchando por la victoria. Aunque es el candidato populista de centroizquierda, Yonhy Lescano, el que se alzaría con la victoria si sus habitantes asistieran hoy a las urnas. Sin perder de vista a Lula da Silva en Brasil, pues según las últimas encuestas de las firmas Datafolha y XP/Ipespe, el expresidente obtendría un 34% en la primera vuelta de las presidenciales de 2022, frente a un 30% de Jair Bolsonaro, actual presidente del país, de celebrarse los comicios este mes de abril.
Sin embargo, voces expertas afirman que la Unión Europea podría contar con inesperados aliados en los herederos políticos de Kirchner y Morales, a quienes se les podría sumar en breve, el delfín de Correa, así como Yonhy Lescano o el propio Lula da Silva.
“Es verdad que por un lado Maduro puede contar con más aliados, pero esto también es algo que podría permitir, en el caso que se den las condiciones adecuadas, que la negociación avance. Un animal no acosado fuertemente puede ser menos peligroso que uno rodeado y en vías de extinción”, aseguró a Venezuela 360, Carlos Malamud, de Elcano,
Es en este contexto de viraje político en Latinoamérica, dicen los expertos, en el que la Unión Europea tendrá, ante sí, un doble desafío. Por un lado, mantener la política de dureza hacia Nicolás Maduro, sin perjudicar sus relaciones bilaterales e intereses comerciales con los países que lo apoyan. Por el otro, sostener su presencia económica en un mercado que, más allá de Venezuela, mira hacia China en medio de la crisis por la pandemia.