Un exempleado de la empresa conjunta CubaNiquel y Sherritt en Las Bahamas denunció prácticas de explotación laboral y condiciones que describió como “trata de personas” en proyectos de la minera canadiense en Canadá y Las Bahamas, según un informe publicado por Archivo Cuba.
Su testimonio, respaldado por documentos a los que la organización tuvo acceso, expone cómo trabajadores cubanos enviados por el régimen a Bahamas eran obligados a ceder casi la totalidad de sus salarios a La Habana bajo amenazas y restricciones severas.
"Describe detalladamente las prácticas, que son estándares en las brigadas de Cuba a nivel mundial, de restricciones de contactos, confiscación de salario, en este caso al nivel del 95%", dijo a Martí Noticias Maria Werlau, directora ejecutiva de la organización.
"Restricciones que van contra la libertad de los trabajadores y que no se deberían tolerar ni en las Bahamas ni en Canadá. Ni en Cuba, por supuesto, pero Cuba es un estado totalitario, una dictadura donde los derechos de las personas no se respetan, pero en esos países sí. Por lo tanto, es muy importante que se investigue esto y que se ponga fin a esta situación. Que es sorprendente y realmente inaudita", agregó Werlau.
De acuerdo con el exempleado, en 2017 fue enviado a Nassau, Bahamas, para trabajar en New Providence Metal Marketing, Inc. (NPMM), una filial de Sherritt creada para comercializar níquel y cobalto. Una vez allí, asegura que él y sus compañeros vivían bajo un sistema de control político y financiero.
“Nos obligaban a transferir alrededor del 95% de nuestros ingresos netos a una cuenta en Cuba controlada por GAESA”, dijo el trabajador.
El exempleado denunció que las restricciones no se limitaban a lo económico y relató que los cubanos tenían prohibido relacionarse con bahameños y exiliados en Nassau, debían asistir a reuniones políticas mensuales y sus pasaportes eran retenidos cada vez que viajaban a la isla. “Si sospechaban que querías abandonar la misión, podían cancelar tu contrato y dejarte varado”, afirmó.
El informe describe además que los trabajadores eran vigilados por agentes de la Seguridad del Estado, mientras sus familiares enfrentaban limitaciones laborales y podían ser deportados si el empleado desertaba.
En su testimonio, el exempleado responsabilizó directamente a la minera canadiense. “No es creíble que los dueños y ejecutivos de Sherritt International —e incluso los sindicatos laborales canadienses— ignoren el robo sistemático del salario sufrido por muchos cubanos”.
“Sherritt ha aceptado la imposición del socio cubano de no contratar a ningún trabajador que abandone la misión, lo que constituye discriminación laboral y una flagrante violación de las leyes canadienses”, agregó.
Archivo Cuba señala que este caso se suma a denuncias previas sobre explotación en empresas conjuntas de Sherritt con el régimen y recuerda que tales prácticas violan convenios de la Organización Internacional del Trabajo y el Protocolo de Naciones Unidas contra la Trata de Personas, ratificados por Canadá y Las Bahamas.
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