El jueves por la tarde regresó a su casa de la ciudad de Camagüey la niña de 15 años Katherine María Ruiz de la Vega, reportada como desaparecida por su madre, Norys de la Vega.
Los reportes de desaparecidos en Cuba, cada día más frecuentes, han motivado a un grupo de activistas a reclamar a las autoridades la implementación de mecanismos y alarmas para apoyar a familiares y amigos en la búsqueda de sus seres queridos.
“Esto es un fenómeno que se puede ver en aumento. No es que no haya ocurrido antes, es que, simple y llanamente, se denuncia mucho más que antes”, indicó la activista Marta María Ramírez a Radio Televisión Martí.
Se considera una persona como desaparecida cuando se halla en paradero desconocido, sin que se sepa si vive.
“Hay en la desaparición de personas en Cuba, bastante poca información, por lo que asumimos que son un subregistro pero, aun siendo un subregistro, es alarmante. Lo cierto es que no podemos siquiera saber si algunas de estas criaturas han aparecido, en qué condiciones, porque este tipo de suceso está rodeado de una falta de transparencia importante”, lamentó.
“Mientras más tiempo transcurra, menos posibilidades hay de que estas personas aparezcan con vida”, afirma la activista.
Un desaparecido no tiene un status en las cifras oficiales de la Isla. Tampoco va a los datos de Homicidios porque no se sabe con certeza que le ocurrió.
El cubano Hermes Luis Casas Legrá, de 58 años, ha sido reportado por su sobrino como desaparecido quien asegura que su tío salió de su casa en Santa Fe, municipio Playa, La Habana, el 17 de mayo y desde entonces no han tenido noticias suyas.
Similar situación sufre la familia de Yeniset Rojas Pérez, quien ya lleva más de dos meses ausente de su hogar en Ranchuelo, Villa Clara.
Los familiares han señalado el poco interés de la policía que, aparentemente, abandonó la búsqueda.
Julio González Pérez salió de su vivienda en Bauta, provincia de Artemisa, el 23 de febrero y nunca más regresó.
Alessandro Rodríguez Aguiar, desaparecido en la ciudad de Santa Clara, fue hallado muerto varios días después en los predios de la Universidad Central de Las Villas, donde trabajaba.
“Sobre el niño Yosvani Fonseca, desaparecido en Lawton, La Habana en 2020, hay mucha información contradictoria. La familia dijo a la prensa independiente en algún momento, que encontraron el cuerpo, que lo identificaron. Pero otro familiar cercano aseguró que no es cierto. Y luego se descubre que han tenido presiones de algún tipo de agentes del Estado para que no hablen con la prensa”, apuntó Ramírez.
La adolescente de 16 años, Maydeleisis Rosales, desapareció el 30 de mayo de 2021 de su casa en Centro Habana. Todavía no ha sido hallada.
La plataforma feminista YoSíTeCreo en Cuba pidió ayuda a los órganos del gobierno ante el aumento de desapariciones en la isla:
“Solicitamos al Ministerio de Comunicaciones República de Cuba, a ETECSA Cuba y al Ministerio del Interior (MININT) la implementación urgente de un sistema de notificación de menores de edad desaparecidos”.
“Lo más preocupante es que Cuba sería el único país con verdaderas condiciones, por el monopolio que tiene de las comunicaciones, por el entramado que tiene de agentes del Estado y de informantes no profesionales, por la existencia de los Comité de Defensa de la Revolución y todos esos mecanismos de control, sería el único país que estaría listo para dar una alerta temprana, estilo alerta Amber (en EEUU), que llegara a todos los celulares, que los casos estuvieran en todas las pantallas de los programas de televisión estatales, en todos los medios de comunicación. Y no lo está haciendo”, puntualizó la entrevistada.
La alerta en muchos países se emite lo antes posible y es transmitida por diversos medios como televisión, radio, SMS, correo electrónico, pantallas electrónicas, entre otras, a fin de poder llegar al mayor número de personas posibles.
“Desde hace un tiempo, han aumentado las denuncias gracias a la existencia de las redes sociales y ante el silencio de las autoridades. Por eso es que estamos impulsando una alerta Amber ciudadana. Nosotros tenemos también el deber, no sólo de decir al Estado que está incumpliendo con su obligación de cuidarnos, protegernos, proteger a nuestras hijas e hijos, sino también que nosotros podemos hacerlo”, recalcó.
La Asociación de Familiares de Cubanos Desaparecidos, fundada en 2012 por el activista José Alberto Álvarez Bravo, tuvo una corta vida debido, particularmente, a la falta de cooperación de amigos y allegados de aquellos cuyo destino era desconocido.