"Patria y Vida", una canción de hip hop antigubernamental de varios de los músicos más populares de Cuba en el exilio y que se hizo viral, se convirtió en un himno de las protestas sin precedentes que sacudieron al país caribeño este mes.
Ahora el artista visual que filmó una parte del videoclip en Cuba, Anyelo Troya, ha sido condenado a un año de prisión por cargos de instigar disturbios, según familiares, que dijeron que había asistido a una manifestación en La Habana.
Activistas sostienen que es solo el comienzo de una ola de juicios sumarios de los cientos de manifestantes que las autoridades detuvieron durante y después de las inusuales protestas del 11 y 12 de julio. El Gobierno culpó a los contrarrevolucionarios respaldados por Estados Unidos de los disturbios.
"Lo llevaron a juicio sin defensa ni abogado, ni nada", dijo a Reuters su madre, Raisa González, tras asistir a escuchar su sentencia que describió como un juicio colectivo a unas 12 personas.
Autoridades cubanas que atienden a periodistas extranjeros no respondieron de inmediato a solicitud de comentarios sobre los casos de los detenidos en la isla.
El gobernante Miguel Díaz-Canel, dijo en la televisión estatal la semana pasada, que hay personas que recibirán la respuesta que considera la ley cubana y "que será enérgica", pero sostuvo que habrá un debido proceso.
Pero Raisa González dijo que no fue informada a tiempo del juicio de su hijo y que cuando llegó al tribunal con su abogado, ya había sido condenado. El juicio fue denunciado por Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW) por celebrarse sin la debida defensa ni el debido proceso.
Troya, de 25 años, ya había sido incluido en la lista negra por su participación en la canción, cuyo nombre subvierte la consigna revolucionario "Patria o Muerte", contó su madre.
"Tendremos cientos de presos políticos en solo dos semanas", dijo Javier Larrondo, representante de la organización de derechos humanos Cuban Prisoners Defenders.
Autoridades confirmaron el martes que habían iniciado los juicios a los detenidos por los cargos de instigar disturbios, cometer actos vandálicos, propagación de epidemia o asalto, cargos que podrían conllevar penas de hasta 20 años de prisión.
Las protestas, que comenzaron en un pequeño pueblo hace 10 días y luego se extendieron, encuentran al país inmerso en la peor crisis económica de Cuba en décadas, lo que se suma a las restricciones a las libertades civiles.
En la noche del 12 de julio, las manifestaciones parecían haberse disipado en medio de fuertes operaciones de seguridad e interrupciones del servicio de Internet.
El Gobierno culpó a mercenarios financiados por Washington de explotar las frustraciones causadas por las sanciones económicas de Estados Unidos.
El grupo de derechos humanos en el exilio Cubalex, que ha creado una planilla de los detenidos que actualiza todos los días, dice que más de 500 cubanos fueron detenidos durante las protestas o después, en un intento por sofocar los disturbios.
Algunos, como el director de teatro Yunior García, que ha estado a la vanguardia de un movimiento de artistas que piden mayores libertades civiles, han sido puestos en prisión domiciliaria.
"Tengo a cuatro funcionarios frente a mi puerta que me impiden salir", dijo García a Reuters, al observar a los funcionarios. "Cuando voy a comprar comida o cigarrillos, uno de ellos va conmigo para vigilarme", añadió.
PARADERO DESCONOCIDO
La mayoría de los detenidos han sido mantenidos en régimen de incomunicación, mientras que la ubicación de algunos aún se desconoce, según Cubalex y Human Rights Watch (HRW), de acuerdo con entrevistas a familiares.
Los cubanos han estado publicando fotos de personas que dicen que no pueden localizar o compartiendo historias de detenciones en un grupo de Facebook llamado "Desaparecidos #SOSCuba" con más de 10.000 miembros.
"Fuimos de comisaría en comisaría buscándola", dijo Alberto Betancourt acerca de su hermana, una madre de dos hijos que fue detenida en una protesta en La Habana.
"No me dejan hablar con ella", dijo a Reuters, conteniendo las lágrimas. "Pero ella no es una criminal. Simplemente se dejó llevar por la multitud", señaló.
Funcionarios del Ministerio del Interior cubano negaron el martes que alguien haya estado "desaparecido" y dijeron que una lista de detenidos que circula -no dijeron cuál- está manipulada e incluye a personas que nunca fueron detenidas.
Entre los detenidos se encuentran activistas de alto perfil como Luis Manuel Otero Alcántara, un artista disidente que también apareció en "Patria y Vida", y José Daniel Ferrer, líder del grupo de oposición más grande del país.
Muchos de los detenidos han sido golpeados o maltratados por las fuerzas de seguridad o por las brigadas de reacción rápida, bandas de reclutas civiles organizadas por el gobierno, dijo el investigador principal de HRW, Juan Pappier.
Acostumbrados a calles tranquilas, los cubanos se han visto conmocionados durante la última semana por las imágenes de violencia mostradas en redes sociales en las que fuerzas de seguridad y brigadas de hombres de civil con palos golpean a manifestantes, mientras opositores arrojan piedras a la policía.
Díaz-Canel dijo la semana pasada que "tal vez sea necesario pedir disculpas a cualquiera que, en medio de toda la confusión, haya sido maltratado", pero defendió acciones de las fuerzas policiales para restablecer la "paz y tranquilidad ciudadanas".