El asesinato de dos periodistas en una semana en México ha renovado los llamados para que se brinde una mejor protección a la comunidad de medios del país.
El ataque más reciente tuvo lugar el sábado de la semana pasada en Acapulco, estado de Guerrero, cuando Nelson Matus, director del sitio web de noticias Lo Real de Guerrero, recibió un disparo mortal frente a una tienda.
El sábado anterior, el cuerpo del periodista desaparecido Luis Martín Sánchez fue encontrado en Tepic, la capital del estado de Nayarit.
La fiscalía dijo que el cuerpo de Sánchez, quien trabajaba para el diario nacional La Jornada en el estado costero de Nayarit, presentaba “señales de violencia” y que junto al cuerpo quedaron dos señales escritas a mano.
Las autoridades no dijeron lo que estaba escrito en los carteles.
México es el país más mortífero para los periodistas fuera de una zona de guerra, con 13 asesinados por su trabajo en 2022 y cinco asesinados en lo que va del año, según organizaciones de medios.
Los reporteros que cubren la corrupción y el crimen corren mayor riesgo de ser secuestrados, atacados o asesinados.
El país cuenta con un mecanismo de protección y una fiscalía especial para investigar ataques a medios. Pero los reporteros dicen que esas medidas no siempre son suficientes.
En el caso de Matus, las autoridades de Guerrero dicen que están comprometidas a investigar el asesinato. Pero con la justicia a menudo esquiva, los periodistas en Acapulco exigen acción.
“Las autoridades [deben] dar con los responsables de este asesinato, y de los demás [y] acabar con la impunidad”, dijo Jacob Morales, reportero de la ciudad.
Una segunda periodista, Celeste Hernández, se hizo eco asegurando a la VOA que "lo importante es que haya una investigación, que se le dé seguimiento y que se resuelva, no que quede como un caso más”.
El National Press Club en Washington dijo que el ataque a Matus fue el tercer atentado conocido contra la vida del periodista.
“Estamos sumamente preocupados por lo que les está pasando a los periodistas en México que simplemente están haciendo su importantísimo trabajo de investigar e informar a los ciudadanos”, dijeron en un comunicado conjunto la presidenta del club, Eileen O’Reilly y Gil Klein, presidente del Instituto Nacional de Periodismo del Club de la Prensa.
El club llamó a las autoridades a “redoblar esfuerzos” para garantizar la justicia “y enviar una señal a los delincuentes de que no se tolerará el asesinato de periodistas”.
Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, también emitió una declaración sobre el asesinato y señaló que Matus y el sitio web de noticias que fundó, a menudo informaban sobre la violencia local.
“La impunidad por tales crímenes no debe tolerarse, y los perpetradores deben ser llevados ante la justicia”, dijo.
Morales, quien ha estado informando en Guerrero durante 13 años, dijo que el asesinato y el problema más amplio de la impunidad lo han dejado vulnerable.
“Este caso demuestra una vez más cuán omnipresente es la impunidad y cómo cualquiera puede sufrir un atentado y ser asesinado, especialmente para quienes ejercemos el periodismo”, dijo a la VOA.
El Comité para la Protección de los Periodistas clasifica a México en sexto lugar en su Índice de Impunidad, que rastrea los enjuiciamientos en los casos de asesinatos de periodistas durante un período de 10 años.
Al momento del último índice en noviembre de 2022, México tenía 28 asesinatos de periodistas sin resolver y había estado en los rankings durante 15 años.
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