Las exportaciones agrícolas de Estados Unidos a Cuba alcanzaron un valor de 47,6 millones de dólares en febrero de 2025, según datos del Departamento de Agricultura de EEUU (USDA, por sus siglas en inglés).
Esta cifra representa un aumento del 75% en comparación con los 27,2 millones de dólares registrados en febrero de 2024, consolidando a este mes como el de mayor volumen exportador en más de una década.
De acuerdo con el Consejo Económico y Comercial Cuba-EE.UU., este repunte marca el mayor monto mensual desde marzo de 2014, durante el inicio del deshielo diplomático impulsado por el expresidente Barack Obama, cuando las exportaciones agrícolas estadounidenses a la isla alcanzaron los 53 millones de dólares.
El principal producto exportado fue el pollo congelado, que representó aproximadamente el 66% del total de las ventas agrícolas a Cuba. No obstante, persisten dudas sobre el impacto real de estas importaciones ante la grave crisis alimentaria que enfrenta el país caribeño.
Un paquete de pollo de 10 libras se cotizaba este jueves en el mercado informal cubano a unos 3,300 pesos.
Durante la reciente sesión del Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL), el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, reconoció la persistente “escasez de proteínas” en la dieta del ciudadano promedio. Aunque destacó que “la comida más segura de la canasta básica del cubano emerge de la producción nacional”, las cifras oficiales indican que esta continúa siendo insuficiente para satisfacer la demanda interna.
En redes sociales, el economista cubano Pedro Monreal cuestionó la narrativa oficial sobre la supuesta mejoría en la producción nacional de alimentos. En su cuenta de X (antes Twitter), Monreal ironizó sobre las declaraciones del gobierno, afirmando: “El gobierno no tiene la menor idea de cómo superar el actual estado de inseguridad alimentaria”.
El economista también subrayó que, aunque el balance de alimentos producidos en el país ha crecido marginalmente, la distribución y gestión siguen siendo altamente ineficientes, lo que limita el acceso equitativo a productos básicos.
En 2023, el gobierno cubano admitió el incumplimiento de una promesa hecha en 2019, cuando se comprometió a garantizar cinco kilogramos per cápita de proteína animal al mes, meta que sigue sin alcanzarse en medio de una profunda crisis económica.
Foro