La falta de harina, la ineficiencia de la empresa estatal y los prolongados cortes eléctricos que sufren actualmente la mayoría de las provincias cubanas, provocan serias afectaciones en la elaboración del pan normado, comprometiendo la entrega del alimento básico a los más vulnerables, aseguraron a Martí Noticias residentes desde la isla.
La pasada semana, el portal oficial Cubadebate informó que un buque con cerca de 24 mil toneladas de trigo había llegado al puerto de La Habana. El cargamento garantizaría la producción del pan de la canasta básica familiar, al menos hasta finales de marzo.
Zaily Pérez, directora comercial de la Empresa Cubana de Molinería, explicó que con el arribo de este cargamento se reactivarían las tres plantas procesadoras de la capital, y que la harina sería distribuida a todas las provincias, sin embargo, aclaró que el proceso logístico sería complejo para cubrir desde La Habana hasta el Oriente del país, lo que podría retrasar temporalmente las entregas.
El periodista independiente Guillermo del Sol, en la ciudad de Santa Clara, señaló que allí solo se está produciendo pan normado para menores de hasta 7 años.
"Aquí, en Villa Clara, ya hace varios meses que no hay pan, eso es para los niños... Los últimos panes que compramos, la harina estaba contaminada con cucarachas, era incomible. El Estado no tiene nada, porque no tiene dinero", recordó el comunicador.
Las afectaciones por falta de harina en La Habana alcanzan ya a las Mipymes, advirtió el comunicador independiente Vladimir Turró.
"Las panaderías particulares han dejado de hacer el pan, los problemas se agravan aún más, en Arroyo Naranjo y creo que en toda la isla", dijo el periodista.
Mientras, Dámaso Alberto Fernández describió el escenario con la escasez de pan en el poblado de San Andrés, en Holguín.
"Ya el pan en San Andrés no se sabe cuándo se puede comer, son dos días, tres días sin pan, un día con pan... Un pan incomible, sabe hasta a cucarachas", contó el activista.
En la ciudad de Pinar del Río, Miguel Antonio Miranda comentó que la falta de pan afecta la alimentación de los niños en edad escolar. "Ahora han cogido con dar el pan cada tres días, un pan que es chiquitico". Esta situación genera más descontento entre la población, opinó el campesino.
Desde el municipio de Sibanicú, en la provincia de Camagüey, Jiordan Marrero Huerta dijo que los extensos apagones afectan directamente la distribución de pan, "que es algo diario".
"La mayoría de los niños están yendo a la escuela sin un pedacito de pan, las panaderías en Sancti Spíritus, lo que el transmitieron a la población es que no existía la harina para fabricar el pan. La mayoría de la población no puede comprar un pan en estas Mipymes, que está, aproximadamente, entre los 130 y 160 pesos. De verdad, es un crimen lo que está padeciendo la población", explicó el periodista independiente Adriano Castañeda.
En Mayarí, en la provincia de Holguín, la falta de pan agrava una situación ya caótica con la alimentación, señaló Teresa Miranda Céspedes.
"No hay manera de encontrar comida. Cómo le va a alcanzar el salario a la gente cuando un paquetico de 10 pancitos le cuesta 400 pesos a un pobre viejo, que lo compraría de su chequera. No puede, porque ni el pan ese malo, del peso, viene. Ni eso ni viene", advirtió la activista, miembro de la Corriente Martiana.
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