Este jueves falleció en Saint Anne's Nursing Center de la ciudad de Miami el padre Sergio Carrillo Abreu, emblemática figura entre los sacerdotes cubanoamericanos y veterano de la Brigada 2506.
Con 26 años de edad, Carrillo se unió a la expedición armada para derrocar al régimen de Fidel Castro y después en Estados Unidos y Colombia estudió para sacerdote. Los sacramentos del orden sacerdotal los recibió el 17 de abril de 1982, exactamente 21 años después de que se lanzara en paracaídas sobre las arenas de Bahía de Cochinos.
El padre Carrillo nació el 9 de septiembre de 1934, en Centro Habana, y le gustaba recordar en las entrevistas que vino al mundo el día después de la fiesta de la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba.
En la escuela pública # 116 “José Martí”, situada en las calles Zanja y Escobar, hizo sus estudios primarios y allí participaba en las competencias de campo y pista. Durante su infancia iba a las actividades religiosas de la Parroquia de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, en Salud y Manrique, donde integró la Tropa #20 de los Boy Scouts de la iglesia. Allí conoció a Monseñor Eduardo Boza Masvidal.
Su primer trabajo fue como conserje y cocinero en el Colegio Sepúlveda en La Habana, donde organizó la Tropa #43, de los Boys Scouts con el nombre de Antonio Maceo. En la Iglesia del Cristo en La Habana conoció a Manuel Artime y otros jóvenes de la Acción Católica. Con los Hermanos de San Juan de Dios estuvo colaborando antes de 1959.
En 1959, integró los Comandos Rurales, encargados de evangelizar y catequizar al campesinado cubano en la zona oriental del país, por iniciativa de Artime, entonces teniente del Ejército Rebelde.
Salió al exilio en 1960 y con 26 años de edad se integró en noviembre de 1960 a la recién formada Brigada 2506. Viajó a Guatemala para formar parte del Batallón #1 de Paracaidistas de esa agrupación. Sus correligionarios de la Brigada, como Carlos León Acosta, recuerdan que Carrillo, tras los agotadores entrenamientos para los paracaidistas, buscaba alimentos para distribuirlos entre los indios y campesinos.
Fue cabo de escuadra dentro de Batallón y se lanzó sobre las arenas de Bahía de Cochinos el 17 de abril de 1961. Combatió los tres días de batalla y su armamento fue un mortero, junto con Juan Clark, quien después fuera destacado sociólogo, estudioso del tema cubano y profesor de Miami Dade College.
Tras ser detenido en abril de 1961 estuvo dos años en prisión en la isla, y no perdió ocasión para denunciar el trato racista que sufrieron los brigadistas de descendencia africana en las cárceles cubanas. Regresó a Miami el 24 de diciembre de 1962 junto con sus compañeros de la Brigada 2506.
Debido a su vocación sacerdotal, inició estudio primero en el Long Beach College en California, después en la Universidad Internacional de la Florida y entró al Seminario en Kentucky, donde estuvo dos años. Después, con la ayuda del entonces Padre Emilio Vallina, siguió estudios religiosos en el Seminario Regional San Vicente de Paul en Boynton Beach, Florida, pero finalizó sus estudios sacerdotales en el Seminario Nacional Cristo Sacerdote en La Ceja, Antioquia, Colombia.
El 17 de abril de 1982, en el aniversario 21ro. del desembarco en Bahía de Cochinos, fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Miami, Florida, en la Iglesia San Juan Apóstol, de Hialeah.
De 1996 al 2001 fue el Guía Espiritual del Movimiento Nueva Vida, fue Director Asociado del Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en Miami, y sirvió también en parroquias de la provincia eclesiástica como la Iglesia San Hugo en Coconut Grove, San Juan Apóstol (donde fue ordenado) en Hialeah, San Juan Bosco en Miami y Corpus Cristi en Allapatah.
Hizo misiones en zonas rurales de Colombia, donde creó el Campo Escuela Scout San Jorge, en Antioquia. Siempre destacó el calor humano de los colombianos e inclusive pensó en una ocasión en trasladarse a Colombia para tras su retiro desarrollar allá más actividades religiosas.
Monseñor Oscar Castañeda dijo que fue un hombre de Dios, de corazón cubano y destacó su vocación sacerdotal, así como su trabajo entre los más necesitados.
Al igual que Monseñor Agustín Román, el Obispo de Exilio Cubano, nunca visitó la isla después de la invasión de Bahía de Cochinos y afirmaba que solo lo haría en democracia o con un rifle en la mano.
Reportaje de nuestra colega Yolanda Huerga de Radio Martí sobre el fallecimiento del Padre Sergio Carrillo.