La manipulación se basa en un artículo de la edición estadounidense CNN sobre la operación de las Fuerzas Armadas ucranianas en la región de Kursk. El artículo cita de forma anónima comentarios de funcionarios estadounidenses sobre la ofensiva ucraniana. La CNN, citando a funcionarios estadounidenses no identificados, afirma que la operación ucraniana “impresionó” a los funcionarios estadounidenses. En particular, la rapidez de la operación y cómo los militares ucranianos consiguieron mantener sus detalles en secreto: “la invasión incluso pilló desprevenidos a los funcionarios estadounidenses”, escribe la CNN.
Al mismo tiempo, el artículo aclara que Estados Unidos “no quiere dar permiso” a Ucrania para utilizar armas estadounidenses de largo alcance contra objetivos enemigos en territorio ruso.
“La razón no es el riesgo de escalada, sino el hecho de que EEUU tiene un suministro limitado de misiles de largo alcance, conocidos como ATACMS, destinados a ser suministrados a Ucrania. Ellos [los funcionarios estadounidenses] creen que los misiles serían mejor utilizados para continuar los ataques contra Crimea ocupada por Rusia”, citó la CNN a funcionarios anónimos.
Esta parte del artículo de CNN fue distorsionada por los medios de comunicación rusos, que escribieron sobre “llamamientos” de Estados Unidos a atacar territorio ruso. Al mismo tiempo, los representantes estadounidenses, así como otros socios de Ucrania, han subrayado repetidamente que Ucrania, en su territorio soberano, puede utilizar cualquier método de autodefensa contra la agresión rusa de que dispongan las Fuerzas Armadas de Ucrania. Los ataques ucranianos contra los ocupantes rusos, ya sea en Crimea o en cualquier otro lugar, son acciones defensivas de Ucrania destinadas a proteger sus territorios y su población.
Ucrania no viola ningún tratado internacional al atacar las bases militares de los ocupantes rusos. A diferencia de Rusia, que sigue violando el derecho internacional y numerosos acuerdos internacionales de seguridad con su invasión injustificada. Entre los documentos violados por el Kremlin están la Carta de la ONU, el Acta Final de Helsinki y la Carta de París, que garantizan la igualdad soberana y la integridad territorial de los Estados. Rusia también viola las Convenciones de Ginebra y sus Protocolos Adicionales, que son los principios básicos de la guerra.