Los medios de comunicación rusos crearon noticias manipuladoras con el telón de fondo de la publicación del informe cuatrimestral presentado por el Inspector General Especial del Pentágono para el período comprendido entre octubre y diciembre de 2023. Según el documento, el grupo especial lleva a cabo una supervisión exhaustiva en todo el gobierno de los materiales suministrados como parte de la respuesta del gobierno estadounidense a la invasión rusa de Ucrania. El documento destaca la eficaz cooperación con Ucrania, que facilitó a los inspectores todos los datos necesarios: las autoridades federales de supervisión trabajaron directamente con el gobierno ucraniano.
En el propio documento no aparecen menciones de que Ucrania esté utilizando armas occidentales con un fin indebido: es un fake de los medios de comunicación rusos. Se señala que la embajada estadounidense en Kyiv llevó a cabo una supervisión limitada del uso final de los suministros en Ucrania, «en la medida en que lo permitía la situación de seguridad». El informe no contiene pruebas de uso indebido de armas por parte de Ucrania. Al mismo tiempo, los expertos observaron una serie de infracciones en el almacenamiento y el funcionamiento del material estadounidense en las bases de Europa.
“Las armas estadounidenses desplegadas previamente en Europa se encontraban en un estado indebido y no eran plenamente operativas debido a un mantenimiento inadecuado y a las malas condiciones de los depósitos del ejército. Las armas y equipos sensibles no estaban debidamente inventariados. Los contratos de servicios del ejército estadounidense en Polonia preveían una supervisión logística deficiente”, según el informe del inspector general del Pentágono.
Se ha informado de que las Agencias de Investigación del Departamento de Defensa y otras agencias estadounidenses han creado un grupo de trabajo en Ucrania para investigar el fraude y la corrupción. Desde febrero de 2022, estas agencias han iniciado 57 investigaciones, 14 de las cuales se han cerrado y 43 siguen abiertas. Las investigaciones se centran en el fraude en subvenciones y adquisiciones, corrupción, malversación, violaciones de programas y lucha contra la proliferación de tecnología y componentes de armamento. Al mismo tiempo, las violaciones se registraron en el territorio de las bases militares estadounidenses en Europa; el informe no menciona ninguna violación en Ucrania (págs. 17-18 del informe).
Una de estas investigaciones mostró que, desde noviembre de 2021, siete soldados estadounidenses y contratistas civiles habían robado combustible para aviones por valor de unos 2 millones de dólares de una base aérea de Rumanía. Se trata de una base militar de la OTAN en el este del país que se utiliza para ayudar a la misión de apoyo a Ucrania.
Otra investigación reveló que un empleado rumano de un subcontratista de defensa estadounidense estaba implicado en un plan para transferir cientos de miles de dólares en contratos de transporte del ejército estadounidense a un proveedor rumano a cambio de comisiones ilegales. A raíz de la investigación, las autoridades rumanas acusaron a tres personas de soborno, fraude, evasión fiscal y otros delitos penales tipificados en la legislación rumana.
Cabe recordar que la información sobre el uso indebido de armas occidentales por parte de Ucrania ha sido refutada en numerosas ocasiones por los países donantes. Los socios de Ucrania han informado de que conocen la ubicación de las armas suministradas a los defensores ucranianos en el marco de la ayuda militar de la UE y Estados Unidos.
Los medios de comunicación rusos han lanzado bulos de que Ucrania se dedica a la reventa de munición occidental a terceros países en más de una ocasión.