En primer lugar, no existe dicha cita de Dmytró Kuleba en las fuentes abiertas. En segundo lugar, estas palabras serían contradictorias a los principios de la diplomacia y al sentido común.
La ayuda financiera a Ucrania se presta en el marco de un sistema completamente distinto y no tiene nada que ver con el propio gasto de los Estados Unidos en operaciones militares. Además, según The Washington Post, casi el 90% de los fondos de apoyo militar a Ucrania se destinan a empresas de defensa de EEUU. Los ataques contra los hutíes en Yemen, sin embargo, fueron llevados a cabo por las fuerzas armadas estadounidenses y británicas como parte de una coalición en respuesta a los ataques hutíes contra buques comerciales en el mar Rojo.
En diciembre de 2023, EEUU creó una coalición, formada por más de 20 países, denominada Operación Prosperity Guardián para responder a los ataques de los hutíes yemeníes contra buques en el mar Rojo, una de las vías navegables más importantes para el comercio mundial.
Además, la prestación de la futura ayuda financiera a Ucrania por valor de más de 60 mil millones de dólares lleva varios meses bloqueada por algunos republicanos del Congreso estadounidense. Lo que ellos exigen es que se cumplan sus condiciones para aplicar cambios en la política migratoria estadounidense y reforzar la frontera sur, pero, en realidad, esta postura forma parte de la presión política ejercida sobre el actual presidente, Joseph Biden, de cara a las próximas elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre de 2024.
De esta manera, la cuestión sobre la prolongación de la ayuda financiera a Ucrania no tiene ninguna relación con la actividad de la coalición internacional contra los hutíes en Yemen. Por consiguiente, Dmytró Kuleba carece de fundamentos fácticos o diplomáticos para «exigir un informe a los Estados Unidos» sobre sus actividades militares en otras partes del mundo, y las mencionadas «citas del ministro de Asuntos Exteriores ucraniano» son absurdas.