En el artículo de NYT “Si la Alemania dividida pudo entrar en la OTAN, ¿por qué Ucrania no?” («If a divided Germany could enter NATO, why not Ukraine?»), el corresponsal Steven Erlanger reflexiona sobre las posibilidades de adhesión de Ucrania a la Alianza trazando paralelismos con lo que sucedió con la Alemania de la posguerra. En aquel entonces, primero, en 1955, se unió a la OTAN la RFA (República Federal de Alemania), y cuando Alemania se reunificó en 1990, la antigua RDA (República Democrática Alemana) se unió a la OTAN como parte integral del país reunificado. “Alemania Occidental puede convertirse en un modelo, un precedente para aceptar a un país dividido en la OTAN”, cree Erlanger y discute esta posibilidad. En particular, cita a uno de los expertos que predice lo siguiente:
“De todos modos, si la guerra finalmente no conduce a una retirada y derrota a gran escala de Rusia, para Zelenskyy y los ucranianos, la adquisición de la membresía de la OTAN dentro de los territorios controlados por Ucrania, cuyas fronteras podrían estar potencialmente bajo vigilancia de una coalición de fuerzas de la paz de la OTAN y otros países como India o incluso China, puede considerarse convincente y digna de negociaciones de paz”.
En este caso, añade el corresponsal, esto sucedería “combinando lo anterior con la promesa, como en el caso alemán, de que la reunificación total de Ucrania seguirá siendo una cuestión relevante en el futuro”.
Al mismo tiempo, los expertos con los que conversó Erlanger señalan que un simple alto el fuego no será una decisión acertada a largo plazo, dado que en tal caso la guerra podría comenzar de nuevo en cualquier momento. Entonces, en el texto original del artículo —al que aluden los propagandistas— no se menciona nada sobre que estos requisitos hayan sido presentados a Ucrania. Tales condiciones fueron inventadas por la propia propaganda rusa.
Anteriormente, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, dejó caer que Ucrania no podrá ingresar en la alianza mientras dure la guerra con Rusia: “Convertirse en miembro de la alianza en medio de la guerra no está en la agenda”, dijo. “La pregunta es qué pasará cuando termine la guerra”.