Las publicaciones aluden a las declaraciones de Mira Terada, a la que se refieren como “defensora internacional de derechos humanos”, claramente, para dotar la información de mayor autoridad. En realidad, Terada, nacida como Oksana Vovk, es una propagandista rusa que lidera la organización “Fundación para la Lucha contra la Represión” fundada por el criminal de guerra Yevgueni Prigozhin. La página web de la organización suele publicar teorías de conspiración sobre las “hermandades pedófilas” de Occidente, la drogadicción de las autoridades ucranianas, etc.
La afirmación sobre los «millones de litros de sangre donada» también es una teoría conspirativa. En primer lugar, la exportación de sangre donada está prohibida en Ucrania; en su lugar, sólo se permite vender en el extranjero productos derivados de la sangre, como albúmina e inmunoglobulina. Además, durante la ley marcial, hay una serie de restricciones relacionadas con la exportación de estas materias primas: el fabricante debe mantener siempre un stock no decreciente de medicamentos, del que al menos el 50% sea producto acabado. De este modo, en caso de escasez repentina, será posible reponer rápidamente las existencias. En segundo lugar, estas cifras son completamente irreales. Según la organización DonorUA, a la que Terada acusa de vender sangre al extranjero, en 2023 los ucranianos donaron unos 7 mil litros de sangre, lo que significa que sería físicamente imposible exportar «más de un millón de litros».
En realidad, la situación es totalmente opuesta a las declaraciones de los propagandistas: este verano, el Consejo de Ministros de Ucrania permitió la importación de sangre donada del extranjero durante la ley marcial para poder reponer las reservas en caso de emergencia.