El diario The Washington Post, en un extenso artículo, recuerda la historia de la familia Fanjul, su salida de Cuba con la llegada de Castro al poder, la confiscación de bienes, y el exilio en Miami. Hoy día, controlan un “imperio azucarero mayor” en Estados Unidos y una de las mayores fortunas del país, amigo de presidentes y legisladores; y uno de los “principales financistas del movimiento anticastrista”.
Los congresistas Ileana-Ros-Lehtinen y Mario Diaz –Balart, ambos republicanos por Florida, reaccionaron con sendos comunicados al reportaje del Washington Post sobre el empresario cubanoamericano Alfonso Fanjul y sus deseos de invertir en la industria azucarera de Cuba.
Ros-Lehtinen calificó de “patético “ que “mientras los defensores de la democracia en la isla están enfrentando una represión aún más intensa del régimen castrista, el magnate cubanoamericano se sienta inspirado a pisotearlos para dar al régimen más dinero que puede usar para reprimir”.
La legisladora apunta que “lo único que se interpone entre 'Alfie' y estos negocios sórdidos con el diablo es la ley estadounidense”, y asegura que”mientras él estaba acariciando sus negocios con el Ministro de Relaciones Exteriores de Castro, hubo más de mil arrestos políticos el pasado mes, un nuevo record”.
Por su parte Díaz-Balart se declaró “ indignado” por el hecho de que “un hermano cubano-americano , que ha sido testigo de las atrocidades infligidas por el régimen de Castro , haya optado al parecer por las ganancias a corto plazo en lugar de solidarizarse con el pueblo cubano en su lucha por la libertad”.
Sin “fanfarrias” dice el diario, desde el 2012 Alfonso Fanjull, de 76 años de edad, y quien reside en Palm Beach, Florida, visita Cuba y allí se reúne con altos funcionarios. Aseguró que su principal esfuerzo, en las visitas a la Isla, está la reunificación familiar del cubano. Las consideraciones económicas y comerciales, vendrían solo si hay avances políticos y diplomáticos”, dijo al rotativo.
Las propiedades de los Fanjul incluyen plantaciones y refinerías en Estados Unidos, América Latina y Europa. El artículo hace un recuento de sus conexiones políticas con la Casa Blanca, con el Congreso estadounidense y las ramificaciones familiares con los partidos políticos.
En Cuba ha visitado las propiedades que una vez fueron de su familia y conversado con el canciller, funcionarios del ministerio de agricultura y de las empresas estatales que se dedican a la producción del crudo dulce.
Uno de sus viajes, en febrero de 2013, lo hizo como miembro de una delegación del Instituto Brookings, de Washington. Y Alfy, como se le conoce a Alfonso Fanjul, se unió a la junta directiva de la entidad académica en julio del 2013 y “ha donado al menos 200.000 dólares” para el instituto.
Critican congresistas a Alfonso Fanjul
Critican congresistas a Alfonso FanjulLos congresistas Ileana-Ros-Lehtinen y Mario Diaz –Balart, ambos republicanos por Florida, reaccionaron con sendos comunicados al reportaje del Washington Post sobre el empresario cubanoamericano Alfonso Fanjul y sus deseos de invertir en la industria azucarera de Cuba.
Ros-Lehtinen calificó de “patético “ que “mientras los defensores de la democracia en la isla están enfrentando una represión aún más intensa del régimen castrista, el magnate cubanoamericano se sienta inspirado a pisotearlos para dar al régimen más dinero que puede usar para reprimir”.
La legisladora apunta que “lo único que se interpone entre 'Alfie' y estos negocios sórdidos con el diablo es la ley estadounidense”, y asegura que”mientras él estaba acariciando sus negocios con el Ministro de Relaciones Exteriores de Castro, hubo más de mil arrestos políticos el pasado mes, un nuevo record”.
Por su parte Díaz-Balart se declaró “ indignado” por el hecho de que “un hermano cubano-americano , que ha sido testigo de las atrocidades infligidas por el régimen de Castro , haya optado al parecer por las ganancias a corto plazo en lugar de solidarizarse con el pueblo cubano en su lucha por la libertad”.
Las propiedades de los Fanjul incluyen plantaciones y refinerías en Estados Unidos, América Latina y Europa. El artículo hace un recuento de sus conexiones políticas con la Casa Blanca, con el Congreso estadounidense y las ramificaciones familiares con los partidos políticos.
En Cuba ha visitado las propiedades que una vez fueron de su familia y conversado con el canciller, funcionarios del ministerio de agricultura y de las empresas estatales que se dedican a la producción del crudo dulce.
Uno de sus viajes, en febrero de 2013, lo hizo como miembro de una delegación del Instituto Brookings, de Washington. Y Alfy, como se le conoce a Alfonso Fanjul, se unió a la junta directiva de la entidad académica en julio del 2013 y “ha donado al menos 200.000 dólares” para el instituto.