La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) trabaja en unas 1.000 pesquisas activas relacionadas con Estado islámico en territorio estadounidense, y al menos 48 sospechosos son considerados de alto riesgo, por lo que la oficina ha desplegado equipos élite de vigilancia para su seguimiento.
Lo anterior fue confirmado a medios de EEUU por el senador republicano Dan Coats, miembro del Comité Selecto de Inteligencia de la cámara alta.
Los escuadrones conocidos como Equipos Móviles de Vigilancia (MST) siguen a estos hombres y mujeres, que se cree están radicalizados, las 24 horas del día, los siete días de la semana, en previsión de que planeen cometer actos de terrorismo.
Estos equipos especiales del FBI están reservados para casos de espionaje, pandillas violentas y casos de terrorismo de alta prioridad.
El senador Coats no dio detalles específicos sobre la vigilancia o los sospechosos, pero dijo que el seguimiento permanente es un compromiso importante para el FBI, que demanda una alta inversión en recursos humanos y materiales.
Al menos una docena de agentes son asignados a cada caso. La estrecha vigilancia refleja el alto riesgo asociado a los sospechosos con más probabilidades de intentar imitar ataques como los perpetrados en París el pasado 13 de noviembre.
Los expertos advierten que los atentados en París demostraron que los potenciales terroristas domésticos pueden radicalizarse muy rápidamente. Amigos de Hasna Ait Boulahcen, la sospechosa que se inmoló durante el asedio al barrio parisino de Saint Denis, relataron que ella dejó su vida rutinaria sólo un mes antes de incorporarse a las actividades de su primo Abdelhamid Abaaoud, el jefe en el terreno de la operación terrorista, que también murió durante el asedio.
El director del FBI, James Comey, ha denominado a este fenómeno "relámpago a explosión”, subrayando que el tiempo entre radicalizarse y cruzar el umbral de la acción violenta puede ser muy corto.
La semana pasada, durante una aparición pública con la Fiscal General de EEUU, Loretta Lynch, Comey confirmó que son decenas los radicales mantenidos bajo estrecha vigilancia.
"Vigilamos a estas personas de interés con todas nuestros recursos legales: Seguiremos vigilándolas y, si descubrimos que planean algo, procederemos a frustrarlo”, dijo el jefe del FBI.