La red francesa de trenes de alta velocidad fue golpeada el viernes con numerosos actos “criminales” de vandalismo, incluidos incendios provocados, que paralizaron los desplazamientos a París desde el resto de Francia y Europa apenas unas horas antes de la gran ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos.
Las autoridades abrieron una investigación sobre las “acciones criminales” que podían suponer penas de hasta 15 y 20 años de prisión, aunque señalaron que no había una conexión directa con la justa olímpica.
“Menuda forma de comenzar los Juegos Olímpicos”, dijo Sarah Moseley, de 42 años, tras enterarse de que su tren a Londres llevaba un retraso de una hora.
Añadió que los agresores habían atacado de forma estratégica las rutas principales desde el norte, este y oeste hacia París, horas antes de que la ciudad acogiera la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. Añadió que habría “enormes consecuencias”, con “cientos de miles” personas varadas que intentaban visitar París por vacaciones o los Juegos.
Mientras las autoridades parisinas se preparaban para un desfile por el río Sena en medio de fuertes medidas de seguridad, se reportaron tres fuegos cerca de las vías de las líneas de alta velocidad Atlántica, Norte y Este, afectando a centenares de miles de viajeros.
Entre ellos estaban deportistas olímpicos.
Dos de cuatro tres que trasladaban a deportistas de los Juegos a París en la ruta Atlantique de alta velocidad en el oeste fueron frenados previo a la ceremonia de apertura, afectados por el sabotaje, dijo un funcionario del operador ferroviario SNCF.
Entre los viajeros afectados había dos competidores alemanes de salto ecuestre, que iban en un tren a París para participar en la ceremonia de apertura pero tuvieron que regresar a Bélgica por los cortes y ahora se perderían la ceremonia, según dijo la agencia alemana dpa.
El primer ministro saliente de Francia, Gabriel Attal, dijo que los sabotajes e incendios provocados tenían “un objetivo claro: bloquear la red de tren de alta velocidad”.
“Ya no había posibilidades de llegar a tiempo”, dijo a dpa el jinete Philipp Weishaupt, que viajaba con su compañero de equipo Christian Kukuk.
Attal, indicó en la red social X que se había movilizado a los servicios de inteligencia franceses para encontrar a los responsables y describió los incidentes de “actos de sabotaje”, que fueron “preparados y coordinados”.
No se reportaron heridos.
Se había visto a gente huyendo de lugares donde se produjeron varios incendios y se habían encontrado dispositivos incendiarios, dijo el ministro de Transportes, Patrice Vergriet, en declaraciones a la televisora BFM. “Todo indica que estos son incendios criminales”, afirmó.
Los incidentes paralizaron varias líneas de alta velocidad que conectan París con el resto de Francia y países vecinos, dijo Vergriete.
Los puntos atacados eran intersecciones de vías para duplicar el impacto, indicó la compañía ferroviaria estatal SNCF.
“Por cada incendio, dos destinos se vieron afectados”, dijo el director general de la firma, Jean-Pierre Farandou.
Fue “un ataque premeditado, calculado, coordinado” que indicaba “un deseo de perjudicar gravemente” al pueblo francés, afirmó Farandou.
El ataque se produjo en un contexto de tensiones globales y medidas de seguridad incrementadas mientras la ciudad se preparaba para los Juegos Olímpicos de 2024. Muchos viajeros tenían previsto llegar a la capital para la ceremonia de apertura, y también había muchas personas de vacaciones en tránsito.
Las autoridades francesas han frustrado varias tramas que intentaban interferir con los Juegos, y habían detenido a un hombre ruso sospechoso de planear desestabilizar la cita olímpica.
La policía de la prefectura de París “concentró a su personal en las estaciones de tren parisinas” tras el “enorme ataque” que paralizó la red TGV de alta velocidad, indicó el jefe de la policía parisina, Laurent Nunez, dijo en la emisora de radio France Info.
También el viernes, el aeropuerto francés de Basel-Mulhouse en la frontera con Alemania y Suiza fue evacuado por la mañana y seguía cerrado de forma temporal “por motivos de seguridad”, según el aeropuerto. No estaba claro si había relacionado con los ataques ferroviarios.
Los incidentes afectaron especialmente a la gran estación de Montparnasse, en París.
En el abarrotado vestíbulo de la estación, Maiwenn Labbé-Sorin dijo que había pasado horas varada en un tren antes de que el convoy regresara a París.
“Estuvimos dos horas sin agua, sin retretes, sin electricidad”, dijo. “Entonces pudimos salir a la vía un poco y luego el tren regresó. Ahora no estoy segura de qué va a pasar”.
Muchos pasajeros en la Gare du Nord, una de las estaciones de tren más transitadas de Europa, buscaban respuestas y soluciones el miércoles por la mañana. Todas las miradas estaban en los carteles de anuncios, con retrasos en la mayoría de los trayectos al norte de Francia, Bélgica y Reino Unido.
“Deberían tener más información para los turistas, especialmente si es un ataque malicioso”, dijo Corey Grainger, gerente de ventas australiano de 37 años y que se dirigía a Londres, mientras descansaba sobre sus dos maletas en medio de la estación.
La ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Casteram dijo que las autoridades trabajan para “evaluar el impacto sobre los viajeros, deportistas y garantizar el transporte de todas las delegaciones a los lugares de competición” olímpica. En declaraciones en la televisora BFM, dijo que “jugar contra los Juegos es jugar contra Francia, contra tu propio bando, contra tu país”.
SNCF dijo que no sabía cuándo se reanudaría el tráfico y temía que las interrupciones continuarían “al menos todo el fin de semana”. Los equipos de SNCF “ya están sobre el terreno para realizar diagnósticos y comenzar las reparaciones”, pero la “situación debe durar al menos todo el fin de semana mientras se realizan las reparaciones”, añadió la agencia. SNCF recomendó a “todos los pasajeros que aplacen su viaje y no vayan a la estación” y especificó en su nota de prensa que todos los pasajes podían cambiarse o reembolsarse.
Valerie Pecresse, presidenta del consejo regional de la región de París, dijo que “250.000 viajeros se verán afectados hoy en todas estas líneas”. Había planes de sustitución en marcha, pero Pecresse recomendó a los viajeros que “no vayan a las estaciones”.
Las complicaciones se producían antes de la ceremonia inaugural programada para más tarde el viernes, en la que 7.000 deportistas olímpicos tenían previsto navegar por el Sena ante monumentos parisinos emblemáticos como la catedral de Notre Dame, el museo del Louvre y el museo d’Orsay.
Los ataques coordinados a las líneas ferroviarias tuvieron como objetivo lugares remotos lejos de la capital, mientras 35.000 agentes de policía se despliegan en París cada día para los Juegos Olímpicos, con un pico de 45.000 para la ceremonia de apertura este viernes.
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