El grupo de balseros cubanos que se refugiaron el viernes en un faro levantado sobre el mar en los cayos de Florida se mantienen a la espera de que las autoridades migratorias decidan su situación, informaron portavoces de la Guardia Costera de EEUU.
Los cubanos permanecieron unas siete horas en el faro American Shoal Light, a a 6.5 millas del Cayo Sugaloaf, en donde se refugiaron cuando una
embarcación de la Guardia Costera se dirigió hacia ellos para detenerlos antes de que pisen suelo estadounidense.
"Están siendo procesados bajo los parámetros normales de una interceptación en el mar", señaló el sábado a EFE el oficial Ryan Doss,
del séptimo distrito de la Guardia Costera, quien añadió que bajo
esos procedimientos "normalmente los inmigrantes son devueltos a su
país".
No obstante, Doss confirmó que por el momento no está claro si es que en el caso de estos 21 inmigrantes -los 19 que alcanzaron el faro más otros dos que nadaron hacia la embarcación de los guardacostas- aplican los beneficios migratorios que establece la política de "pies secos/pies
mojados" de la Ley de Ajuste Cubano de 1966.
Doss dijo que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, además de otras agencias federales, se encuentran "revisando el caso de los inmigrantes, efectuando entrevistas a cada uno de ellos" a bordo de la embarcación que navega por aguas del Caribe.
El viernes, un buque de los guardacostas divisó a 21 balseros cubanos a bordo de una frágil embarcación que se dirigía a las costas de los cayos de Florida. Cuando empezó a maniobrar para interceptar a los inmigrantes, 19 de ellos se subieron a la torre de 32 metros de alto que alberga el faro, levantado en el mar.
Al cabo de unas siete horas, los inmigrantes decidieron bajar y
entregarse a las autoridades federales.
