La falta de gas licuado no es un problema nuevo en Cuba, pero en estos días se acentúan las dificultades para su adquisición en diferentes provincias del país por el desabastecimiento que golpea a la endeble economía de la isla.
Una de las localidades afectadas con la distribución es Santa Clara, desde donde el activista Joel Bravo describe a Radio Martí la situación.
"El reparto militar José Martí (...) las colas son enormes, y no solo en ese reparto, sino en todo el municipio", dijo Bravo.
El activista añadió que hay quienes lucran con la escasez de gas licuado, y duermen en los puntos de venta para cobrar luego a las personas hasta 50 pesos por un turno en la cola.
Los precios del combustible también son altos. Cuesta 115 pesos rellenar un balón que no dura un mes, casi la totalidad de lo que recibe un pensionado en Cuba, según Bravo.
En Sancti Spíritus, residentes temen que se agudicen más las dificultades con la distribución del gas licuado, dijo a Radio Martí Adriano Castaño. "La gente teme, con la situación de Venezuela, que comiencen los apagones, y entonces están buscando el gas para tenerlo de reserva, y hay muchas colas", aseguró.
La activista Micaela Roll, desde Arrollo Naranjo, en La Habana, dijo que como promedio pasa de cuatro a cinco horas en una cola para adquirir el balón de gas, una situación que se repite varias veces cada 19 días, porque no hay garantías de que el producto llegue en la fecha señalada para su distribución.
(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)