Siendo ministro, Alejandro Gil Fernández fue parte del surgimiento de un controlado sistema económico privado capaz de recaudar más divisas que la red de tiendas en MLC del Grupo de Administración Empresarial, SA (GAESA) del Ministerio de las Fuerzas Armadas.
Durante el año 2023, los actores privados importaron mercancías a Cuba por un valor de más de mil millones de dólares, mientras las remesas enviadas por canales como transferencias y Western Union, que son la fuente esencial de las divisas necesarias para comprar en las tiendas en MLC, no llegaron a los mil millones, según expuso en Cubadebate el exministro José Luis Rodríguez.
A lo que se le añade que, como el flujo de remesas no aumentó, el volumen de divisas que alcanzaron las operaciones de los actores privados fue posible en detrimento de las divisas que iban a manos de las tiendas militares.
"Otro flujo externo que se vio afectado el pasado año fue el volumen de las remesas recibido por la población, que se estima cayó por debajo de los 1 000 millones de dólares, luego de haber alcanzado más de 2 000 millones a finales del pasado decenio. Al respecto, cabe apuntar que las remesas juegan un importante papel como capital del sector no estatal de la economía, pero también impactan en el fondo de consumo de la población que las recibe, y que las utiliza para compras en el mercado en moneda convertible que existe en la Isla".
José Luis Rodríguez
En 2020, en alianza con empresas estatales, el sector privado fue autorizado a importar bienes para complementar la oferta insuficiente del sector estatal y militar.
Sin embargo, menos de 3 años después, la realidad es que las tiendas en MLC están más desabastecidas de productos básicos, según documentó El Toque en octubre de 2023.
Por otro lado, las pymes siempre están abastecidas de bienes que tienen salida en el mercado, siendo estas una opción más atractiva para los cubanos, según el mismo medio.
La diversidad y utilidad de ofertas de las pymes para el consumo de los cubanos, junto a factores como el deseo de los emigrados de que las divisas no terminen en manos del gobierno, son parte del entorno que condiciona que aumenten las remesas en efectivo y la disminución de las transferencias en MLC.
Tendencia que igualmente se incentiva con la imposibilidad de que los cubanos extraigan en efectivo la MLC depositada en sus tarjetas, la existencia de una red informal de envío de remesas a Cuba y las plataformas de compra online que se pagan desde el exterior.
Las remesas en efectivo son una fuente esencial de oferta de divisas en el mercado informal de estas.
El mercado informal es el único al que pueden acudir las pymes importadoras para abastecerse de dicho activo financiero, debido a que no existe otro mercado cambiario para realizar operaciones regulares con monedas extranjeras.
El grupo de pymes importadoras financia la importación privada de bienes comprando esas divisas que llegan vía remesas.
A menos de 3 años de la legalización de las pymes, las importaciones de privados están en pleno proceso de expansión, tal y como sugiere el aumento del flujo de mercancías del sur de la Florida hacia Cuba, suceso reportado por El Nuevo Herald.
Sin embargo, esta apertura representa una política relacionada con la divisa que cambia las reglas de juego: el beneficiario directo no es el monopolio militar de GAESA.
El sector privado importador está conformado por artistas, cuentapropistas y pymes. De estas últimas, no existe un registro público disponible para conocer sus dueños. Sin embargo, varias investigaciones y denuncias revelan que entre estos privilegiados empresarios se encuentran personas de confianza para el gobierno y cercanas a sus funcionarios.
Por su parte, GAESA es la única instancia nacional de dirección empresarial cuyos miembros tienen, de facto, autonomía más allá de las proyecciones del Ministerio de Economía, además de que es un sistema empresarial no auditable por la Contraloría General de la República, de acuerdo con el abogado cubano Fernando Almeyda.
Sus directivos cuentan con relaciones de poder e influencia capaces de impulsar investigaciones para remover a un ministro. Son o fueron primeros oficiales y de alto rango de las FAR y el MININT, como su fallecido presidente Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, general de división, y su vicepresidenta Ania Guillermina Lastres Morera, quien es primera coronel.
El 2 de febrero destituyeron a Alejandro Gil como ministro; hoy es mencionado como corrupto por los principales voceros de la propaganda oficialista.
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