El gobernador de la Florida, Rick Scott, se ha ofrecido a ayudar al presidente estadounidense Donald Trump a trazar una nueva política hacia Cuba.
"Estoy muy persuadido de que Raúl Castro no cree en la democracia y la libertad", dijo Scott en declaraciones al medio Politico.
"No creo que sea bueno para nuestro país estar mimando a un dictador como ese. Quiero trabajar con la administración Trump al respecto en lo que sería la política correcta", añadió el gobernador.
Scott dijo que esperaba que Trump trabajara pronto en el tema de Cuba y que parecía confiado en que el presidente lo haría. Sin embargo, el gobernador de la Florida no quiso especificar qué enfoque recomendaría a la administración.
"Mi impresión es que están trabajando en lo que van a hacer, así que no quiero adivinar lo que van a hacer", dijo, y agregó “quiero ser útil”.
Scott ha apuntado a cerrar agresivamente los negocios con Cuba.
A pesar de los renovados lazos entre el gobierno de Estados Unidos y Castro, a raíz del restablecimiento de relaciones por parte de la administración Obama, el gobernador floridano amenazó recientemente con retener dinero de los puertos de la Florida que hicieran negocios con la isla comunista.
Scott dio un paso más allá e incluyó en su sugerencia de presupuesto del estado 2017-2018 una cláusula que impide usar el dinero dedicado a mejoras en los puertos en proyectos que fomenten el comercio con el régimen cubano.
